Venezuela ya pasa por una depresión económica combinada con hiperinflación de más de 3.000%, según estimaciones de la firma Econométrica
Foto: Agencias
Caracas – La hiperinflación es el gran mal que padece la economía venezolana. Esto supone un flagelo que puede deteriorar el poder adquisitivo de cualquier ingreso en meses, semanas, días o hasta en horas.
Es por ello que el experto argumenta que es «un pecado mortal» vender los productos y servicios por debajo de sus costos de reposición. De hecho, ese es el principal obstáculo al que se enfrentan los comerciantes y productores del país, pues debido a la velocidad con la que suben los precios, estos tienen que actualizar su estructura de gastos por el ritmo tan acelerado con el que deben comprar sus insumo de producción cada vez a precios más altos, que varían en apenas semanas y, en ocasiones, de un día a otro.
León señala que otro factor que incide, además de la hiperinflación acumulada de más de 3.000%, es la abrupta alza de la tasa de cambio del dólar no oficial o también llamado ‘dólar paralelo’.
«Poner en negativo el flujo de caja en un país con hiperinflación puede quebrarte en una semana», afirmó. Esto significa que los productores tienen más egresos (gastos) que ingresos (ganancias).
El analista sugirió que las claves que debe tener en cuenta toda empresa en medio de una crisis hiperinflacionaria como la que vive Venezuela son dos. «La historia nos enseña que hay dos variables de supervivencia: 1) Manejo eficiente del flujo de caja y 2) Retención inteligente del talento humano. Lo demás son condimentos.
«Uno de los problemas centrales es la fuga de gente. Para poder preservar nuestras empresas tendremos que desarrollar estrategias agresivas de retención de talento. Y no se trata solo de remuneración sino de acompañamiento y solidaridad», señaló León en su cuenta de Twitter.
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