Foto: Agencias
Estados Unidos — Ayer el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) divulgó un estudio en el cual indica que para este año la economía en los países de América Latina y el Caribe crecerá 3% mientras que para el 2015 estima llegue a 3,3%.
Señala que el crecimiento se deberá a una mejora en las perspectivas económicas de Estados Unidos y Europa, que impactará particularmente de manera positiva a México, América Central y el Caribe.
Pese a este alentador indicador el BID expuso que la economía de la región aún está expuesta a dos factores centrales que potencialmente que impactarían negativamente; podría sufrir impactos financieros si las tasas de interés en Estados Unidos aumentan más de lo previsto; e igualmente afectaría una reducción del crecimiento en China, ya que las economías sudamericanas se han mostrado «especialmente vulnerables» a una desaceleración de ese país.
Agregan que si bien las economías de la región están más sólidas que a mediados de los 90, la mayoría de los países está en una posición más débil que en 2007, antes de que se precipitara la Gran Recesión.
Los economistas del BID, apuntaron que en años recientes crecieron los «niveles de la deuda pública y la dolarización, al tiempo que los países aumentaron el gasto público» en programas menos flexibles a acciones anticíclicas, por lo que un alza en las tasas de interés en EE.UU. puede traducirse en un menor flujo de inversión impactando el crecimiento, con posibles efectos sobre la inflación.
De igual forma el BID, que cerró ayer en Bahía, Brasil, la reunión anual de su Directorio, expuso que el elevado endeudamiento acumulado por las empresas en Latinoamérica durante los últimos 5 años, en un momento en que el financiamiento en dólares tiende a encarecerse debido a la recuperación de la economía estadounidense.
En es ese sentido resaltó que en ese tiempo el sector público «ha acumulado reservas y la deuda externa pública ha disminuido». En consecuencia el fuerte endeudamiento del sector privado, aprovechando las bajas tasas de interés internacionales, ha contribuido al «deterioro» de la posición financiera neta de la región, lo que en las circunstancias actuales podría tener consecuencias.
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