Vizquel inquieto como siempre

1185 Dep (9) 01
28 de febrero, 2014 - 3:26 pm
Redacción Diario Qué Pasa

1185 Dep%20%289%29

Foto: Agencias

Camina de un lado para el otro. Se detiene y observa el pitcheo que deja pasar José Iglesias. Aplaude en forma de arenga para que su bateador responda. Vuelve a caminar hacia adelante antes de dar unos pasos hacia atrás para quedar en el mismo lugar en el que estaba y vuelve a observar otro envío al que Iglesias no le hace swing. Es la segunda bola.

Ahora mete sus manos en los bolsillos traseros del pantalón. Las saca nuevamente y se agacha, recoge unas piedritas y se las lleva al bolsillo. Otro lanzamiento y nada, Iglesias lo deja pasar, ya está en tres bolas sin strike.
Vuelve a chocar sus palmas, se mueve, camina. Se detiene y cruza los brazos. Se quita la gorra con la mano derecha y se pasa la izquierda por el cabello. Un fanático le dice algo desde las tribunas y él le responde. Se sonríe. Retorna a su posición y ve el cuarto envío malo que recibe si discípulo.

Funciones

Al llegar Iglesias a la inicial, lo recibe, le indica cómo está jugando la defensa rival, los outs que hay y le recuerda lo que debe hacer según el batazo que se produzca. Esa es la nueva función de Omar Vizquel en Grandes Ligas, ahora como coach de primera base de los Tigres de Detroit.

Y esa fue su inquieta rutina en su debut como técnico en un juego. «Sí, bueno me sentía fuera de lugar, porque era la primera vez que estaba ahí en los lados de la primera base, como coach o como dice mi papá «recogiéndole los guantines y los cascos a la gente cuando es el tercer out», dijo Vizquel, luego de su primera experiencia en juego. «Se sintió un poquito raro, pero ese es el trabajo que voy a ser este año y la costumbre va a venir con el tiempo, lógicamente todavía es un poquito temprano».

Para el excampocorto el spring training es un tiempo para ajustarse a su nueva función y, especialmente, para encontrar la forma de desenvolverse fluidamente en el terreno, sin la ansiedad e incomodidad del primer día, en el que pese a ello tuvo la satisfacción de ver los frutos del trabajo que ha estado realizando con el corrido de bases de sus discípulos. Los Tigres mostraron ese estilo de juego, veloz y agresivo en las almohadillas, que se espera de ellos durante la temporada que está próxima a comenzar.

Determinante

El venezolano sabe que no va a llegar a inventar nada en su nuevo en la función en la que se está estrenando en Grandes Ligas, pero conoce la importancia de un buen coach y cómo éste puede ayudar.

«El coach de primera, cuando uno es pelotero, simplemente es una ayuda, porque ya uno tiene el juego en la cabeza, sabes quiénes son los outfielders, quiénes tienen buen brazo, cómo moverte, etcétera. Pero siempre es bueno que el coach te diga cosas, porque él puede ver cosas que el pelotero no ve, entonces el deber de él es advertirle a los corredores pequeños detallitos que le ayudan a tomar una base de más», explicó Vizquel, quien durante 24 años como pelotero en las mayores fue igualmente de inquieto a como se mostró en su primer día como coach de primera base de los Tigres.

Comente