Foto: Agencias
En noviembre COI publicó un documento, en el que se redactaron nuevas reglas para que «los atletas transexuales no sean excluidos de la oportunidad de participar en competiciones deportivas»
Los médicos, científicos, abogados y fisiólogos que se reunieron en la ciudad suiza de Lausana, convocados ayer por la Comisión Médica y Científica del Comité Olímpico Internacional (COI), acordaron que los deportistas transexuales podrán participar en los Juegos Olímpicos y otras competiciones internacionales aún si no se han sometido a una cirugía de cambio de sexo.
No serán exclusivos
En noviembre COI publicó un documento, en el que se redactaron nuevas reglas para que «los atletas transexuales no sean excluidos de la oportunidad de participar en competiciones deportivas».
Aunque aún no han sido aprobadas oficialmente, el COI publicó en su web las normas, que reconociendo «la importancia de la autonomía de la identidad de género en la sociedad», permitirán a los hombres que han cambiado de sexo tomar parte en competiciones deportivas sin necesidad de operarse quirúrgicamente.
«La obligación de someterse a una operación para participar no es necesario para asegurar una competición justa y va en contra de los derechos humanos», se puede leer en el documento, que señala que aquellos que pasen de mujer a hombre pueden participar sin problemas en competiciones masculinas, mientras que aquellas que sigan un camino inverso deberán cumplir una serie de condiciones para evitar competir con ventaja.
«No pienso que muchas federaciones tengan reglas que definan la capacidad de individuos transgénero para participar», dijo el director médico del COI, Richard Budgett, en una entrevista telefónica. «Esto les daría la confianza y estímulo para implementar estas reglas».
Estas normas, fundamentalmente la que señala que el nivel de testosterona en suero (la hormona masculina, la que da fuerza y velocidad y da ventaja a los hombres sobre las mujeres) debe ser inferior a 10 nanogramos por litro durante al menos los 12 meses anteriores a la competición en que se desea competir, obligarán a las mujeres a someterse a terapias hormonales. Además, la deportista que declare que su identidad de género es mujer no podrá cambiar de género, a efectos deportivos, durante al menos cuatro años.
La segunda parte del acuerdo del COI generará seguramente más polémica, pues se refiere a la participación de mujeres con hiperandrogenismo, aquellas que por razones genéticas producen la misma cantidad de testosterona que los hombres y a las que diferentes federaciones prohíben participar si no se someten a tratamientos hormonales que reduzcan su producción de la hormona masculina.
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