Sigue el «llenazo»… de bolsillos

La postemporada del béisbol profesional venezolano cayó (por sexta ocasión) como anillo al dedo para el equipo Águilas del Zulia, que mientras sus jugadores dejan el cuerpo en el campo del terreno y los fanáticos aguantan horas en cola para comprar entradas, ellos… las Águilas, se llenan los bolsillos a costa de la reventa.

Este sábado, desde tempranas horas de la mañana se aglomeraron de nuevo los emocionados fanáticos luego que el equipo al que apoyan ganase el primer duelo del «todos contra todos», nada más y nada menos que ante los Navegantes del Magallanes. Lo que sí no tiene soporte alguno por parte de los seguidores de la pelota criolla, es la presencia de especuladores.

Fanáticos denuncian en Twitter

Fanático disgustado. Miguel Pérez denunciaba a través de la red social Twitter en su cuenta personal (@elsupermike) haciendo mención al diario Panorama, que desde las 4:00 de la madrugada ya había colas en la taquilla del Luis Aparicio «El Grande» y a las ocho de la mañana los revendedores hacen de las suyas.

@elsupermike: «@diariopanorama desde las 4:00 a.m. colas en el Luis Aparicio y a las 8:00 a.m. llegan revendedores y compran más rápido y más cantidad que los fanáticos», refleja Pérez en su cuenta.

«No vale la pena venir al estadio, gente desde las 4:00 a.m. para que los revendedores compren todo», indicaba Miguel a las 8:54 a.m. según el historial de la red.

Águilas sigue sin dar solución

Mientras algunos fanáticos que, al parecer, consiguen las entradas de forma rápida, colocan en Twitter que habrá «otro llenazo» en el Luis Aparicio por la cantidad de personas que se acercan a comprar entradas, el verdadero llenazo llega al bolsillo de la gerencia rapaz, que mientras los revendedores hacen de las suyas, ellos se benefician.

El revendedor está del lado dentro. El sistema empleado por Águilas del Zulia para controlar a los revendedores, es vender tres boletos por persona con cédula en mano, pero al llegar a las inmediaciones del coso marabino los revendedores ofrecen entradas como pan caliente. «¿Diez, veinte, cuántas queréis? Decime que yo las consigo…». Son las consignas que se escuchan entre la larga cola… la historia parece no tener fin.

El conjunto rapaz continúa aprovechándose de los aficionados.

«He aquí la cola controlada por revendedores y nadie hace nada», indicó Pérez en Twitter.

Fotos: Gabriela Sanz/ Cortesía @Elsupermike