Serena Williams fue la dominadora absoluta de la temporada y hasta se dio el gusto de recuperar el número uno del mundo. Con 11 títulos (Roland Garros, US Open y el Másters incluidos) y con la tremenda marca de 78 triunfos y cuatro derrotas, la estadounidense tuvo este viernes el reconocimiento de la WTA: la nombró la mejor jugadora de 2013. La lista de consagraciones de la N° 1 del mundo tuvo un cierre de lujo en el Másters de Estambul, pero un inicio prometedor en Brisbane, donde se alzó sin ceder sets. En el medio de ambos, festejos en Miami, Charleston, Madrid, Roma, Roland Garros, Bastad, Toronto, US Open y Pekín. Además, 21 triunfos ante Top 10, con solo un par de derrotas ante las jugadoras de élite: ambas ante la bielorrusa Victoria Azarenka.
La norteamericana, que la próxima semana jugará una exhibición en Buenos Aires junto a su hermana Venus, apenas tuvo dos momentos de incertidumbre en el año. En el Abierto de Australia, en el que, siendo N° 3 del mundo, cayó en cuartos de final ante la ascendente Sloane Stephens; y en Wimbledon, donde, ya como líder de la WTA, cedió en octavos de final frente a la alemana Sabine Lisicki. Luego, todo suyo: fue finalista en sus otros 13 torneos, además de ganar sus dos compromisos por Fed Cup ante Suecia.
De esta manera, Serena se convirtió en la mayor ganadora de títulos (11) desde los 12 que había logrado Martina Hingis en 1997; y además consiguió la mayor cantidad de triunfos (78) desde los notables 90 que obtuvo Kim Clijsters en 2003. Cabe destacar que la menor de las Willimas recibe este galardón por parte de la WTA por quinta vez en su carrera, por segundo año consecutivo. Ya lo obtuvo en 2002, 2008, 2009 y 2012. Ahora se convirtió en la tercera jugadora que ganó el premio en cinco o más ocasiones, junto a Steffi Graf (ganó ocho) y Martina Navratilova (ganó siete).
Fotos: AFP
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