Argelia llegaba encabezando la tabla con dos puntos de ventaja sobre sus rivales, por lo que Burkina Faso necesitaba ganar para seguir luchando por estar en Catar
Las eliminatorias africanas de camino al Mundial de Catar 2022 vuelven a dejar historias inverosímiles. Si en este parón, Sudáfrica pidió la repetición de su partido por un penalti inventado por el árbitro a favor de Ghana, ahora han sido Argelia y Burkina Faso las protagonistas de otras increíbles acusaciones.
En la delegación argelina que disputó el encuentro del pasado miércoles por un hueco en el Mundial, había un integrante un tanto curioso: un exorcista. Todo ello, porque, antes del partido, la selección norteafricana aseguraba que el equipo de Burkina Faso había hecho magia negra en el estadio Mustapha Tchaker en Blida.
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El preiodista Walid Ziani ha asegurado que los argelinos llevaron a un exorcista para «eliminar el hechizo» que había en el estadio, previo a un partido en el que ambas selecciones se jugaban el pase a la siguiente fase de la clasificación en un partido a vida o muerte.
En la última jornada de esta primera ronda en la que solo pasa la primera de grupo, Argelia llegaba encabezando la tabla con dos puntos de ventaja sobre sus rivales, por lo que Burkina Faso necesitaba ganar para seguir luchando por estar en Catar.
Finalmente, la labor del exorcista argelino pareció funcionar, y el marcador final reflejó un empate 2-2 que dio la clasificación a los del norte. Así, estos se jugarán su presencia en el Mundial con Nigeria, Mali, Senegal, Egipto, Marruecos, la República Democrática del Congo y Ghana, a falta de saber si se atiende el recurso presentado por Sudáfrica.
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