Se cierra el ciclo de Bud Selig

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Bud Selig tiene 80 años y se jacta de no haber enviado un correo electrónico en su vida. Eso no le impidió revolucionar un deporte tan tradicional como el béisbol, del que se despide ayer tras 22 años como comisionado de las Grandes Ligas de Estados Unidos.

Selig deja un béisbol que recauda ingresos récord, una liga igualada con oportunidades para todos, el uso del video para las repeticiones, la idea de recortar el tiempo de juego de partidos demasiado largos y la certeza de que el doping se paga caro.

Bien lo sabe Alex Rodríguez, cuyo castigo persiguió el comisionado como un asunto personal. Tras cumplir una temporada de sanción, el astro de los New York Yankees, que nunca dio positivo, volverá en marzo en la primera campaña de Rob Manfred, sustituto de Selig a partir del lunes.

Guerra al doping

En 2003 empezaron los controles y poco después se supo que Bonds estaba entre los clientes del laboratorio Balco, que le suministró todo tipo de sustancias, según la investigación federal.

Selig encargó en 2005 al ex senador George Mitchell que liderara una investigación sobre el uso de esteroides. Según se demostró, eran tan habituales como mascar tabaco en los «ballparks».

Selig, vendedor de coches y dueño fundador de los Milwaukee Brewers, se hizo cargo de las Grandes Ligas en 1992. Aunque dijo que nunca asumiría el puesto de forma permanente fue oficialmente nombrado en 1998.

Contratos televisivos

Selig convirtió el pasatiempo nacional en una industria deportiva gracias a los enormes contratos televisivos de los que se han beneficiado todos los deportes en Estados Unidos. Los ingresos de 1.200 millones de dólares de 1992 han pasado a ser de 9.000.

El reparto de dinero que instauró ha fomentado la igualdad. Para ello tuvo que convencer a las franquicias más poderosas. El resultado es que desde que los Yankees ganaron tres Series Mundiales seguidas de 1998 a 2000, ningún equipo ha repetido título de forma consecutiva.

Para ser más televisivos, la temporada pasada las Grandes Ligas introdujeron el video para la repetición de jugadas y ya trabajan en reducir el tiempo de juego, que en 2014 alcanzó un récord de tres horas y ocho minutos. Se habla de reducir la pausa entre innings y en las Ligas Menores se están probando cronómetros para recortar el tiempo entre los lanzamientos de los pichers.

«Nunca envié un correo electrónico y nunca lo haré», presumió en julio de 2013. No lo necesitó para cambiar un béisbol del que se despide este domingo.