Foto: AFP
Al principio fue una pelea de ritmo impresionante por parte de ambos peleadores. Pero Ruslan ejecutaba una mejor estrategia y mandó los mejores golpes. El Provodnikov peleó sin miedo a recibir golpes fuertes con tal de impactar de manera poderosa y más efectiva. A la larga le sirvió.
La estrategia de Alvarado se adecuó al estilo agresivo de Ruslan, ya que empezó a marcar distancia para recibir menos castigo. Buscaba los huecos de la guardia del ruso y entraba con fuerza para salir rápidamente y de nuevo poner distancia. Ruslan fue hábil para acorralar a Mike y propinarle varios volados y ganchos que lastimaron al estadounidense. Mike no lograba responder porque, a pesar de enviar golpes de poder, Provodnikov usó su movimiento de cintura para esquivar de manera efectiva los golpes de Alvarado.
En un momento, Mike se enfrascó en un intercambio en el centro del ring, peleó en corto y no le fue muy bien. El cuarto round dejó ver lo mejor de Alvarado porque ajustó su modo de pelea y esquivó a Ruslan, le conectó de mejor manera, con más poder y consistencia. Además pudo recorrer el ring de manera que Provodnikov no lo alcanzara.
Aún así, le duró poco la ventaja porque Ruslan salió más agresivo. Le cerró las salidas y pudo conectar los mejores golpes del round.
En el octavo round, Provodnikov fue capaz de seguir por todo el ring a Alvarado. Lo acorraló en una esquina y le propinó una serie de combinaciones que lastimaron a Mike. El estadounidense logró salir con velocidad, pero Ruslan lo siguió hasta encajonarlo en otra esquina para mandarlo a la lona. Provodnikov repitió la acción y Alvarado volvió al piso.
Para el noveno round ambos boxeadores bajaron las revoluciones porque los ataques en los episodios anteriores el desgaste fue brutal.
Al décimo, Provodnikov arrinconó a Alvarado y le repitió ganchos en la zona blanda. El onceavo round nunca llegó. La esquina de Alvarado no permitió que Mike saliera de nuevo al combate.
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