Foto: AFP
En la derrota de los Dodgers de Los Ángeles 8-4 ante los Gigantes de San Francisco, Yasiel Puig se encargó de robarse nuevamente los reflectores. El cubano llegó tarde al estadio, se perdió la sesión de estiramiento y recién apareció cuando el plantel estaba teniendo la práctica de bateo.
Por tal motivo Don Mattingly lo tachó de la alineación. «Fue una situación en la que llegó tarde y no podía hacerlo jugar», explicó el dirigente. «Realmente pensó que tenía que venir más tarde, pero no quita la responsabilidad que tiene. Creo que lo manejó bien y estuvo muy humilde», agregó. El mánager hizo su mejor trabajo como publicista, saliendo en defensa del jardinero y desactivando lo que tenía matices de bomba. «Realmente se sintió mal y se podía ver en su lenguaje corporal», aseguró. «No sabe esconder esas cosas. Es un buen chico. Tiene que crecer y mejorar, pero hay muchos así» aseguró Mattingly.
Puig volvió a dar un paso en falso, tras los dos arrestos por conducir de manera descontrolada y un episodio similar en Miami la temporada en el que también llegó tarde. Sin embargo, y para darle crédito, el toletero se plantó enfrente de los micrófonos y asumió hasta el hartazgo su responsabilidad y esquivó todo tipo de excusas. «La culpa es mía y de más nadie (…) no jugué porque llegué tarde», confesó el cubano.
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