La selección nigeriana, campeona de África, no debería tener problemas en su inicio en el Mundial de Brasil el lunes frente a Irán, el adversario teóricamente más débil del grupo F, antes de enfrentarse a Argentina y Bosnia.
Cualquier resultado que no sea una victoria podría tener duras consecuencias para un equipo que ha vuelto a primer plano tras su éxito en la Copa Africana de Naciones-2013 en Sudáfrica.
Aunque la expectación que crearon entonces ha decaído un poco y los nigerianos fueron rápidamente eliminados en la última Copa de las Confederaciones de 2013 en Brasil con dos derrotas frente a Uruguay y España en la primera vuelta.
Nigeria puede estar tranquila porque los iraníes llegan a Brasil como unos completos desconocidos. El «Team Melli», que disputa su cuarto mundial (después de 1978, 1998 y 2006), se ha visto penalizado por el contexto geopolítico.
Con un entrenador de la talla de Queiroz (antiguo seleccionador de Portugal y de Sudáfrica y exentrenador del Real Madrid) al frente, Irán sueña con poder, al menos, repetir su mejor resultado logrado en 1998 con una victoria muy simbólica sobre Estados Unidos (2-1).
Pero la tarea se anuncia difícil para una selección que se encuentra en el puesto 43 de la clasificación Fifa y que espera, sobre todo, no volverse con un balance de tres derrotas.
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