Puerto Rico había calentado el Dodgers Stadium de Los Ángeles, en la parte alta del undécimo cuando, con rivales en segunda y primera, según la regla de extrainnings, sacó relampagueante doble play que mató las esperanzas de Holanda
Foto: AFP
Un elevado de sacrificio al centro de Eddie Rosario en la parte baja del 11º inning, sirvió para que el lunes por la noche, Puerto Rico dejara en el campo a Holanda con victoria de 4-3, y avanzara a la final del Clásico Mundial de Béisbol por segunda vez seguida. Este miércoles, los boricuas tienen la oportunidad de levantar el título que se les escapó hace cuatro años cuando salió campeón República Dominicana.
Contra Holanda, los puertorriqueños aprovecharon la regla del torneo que coloca a hombres en segunda y primera bases después del 11º episodio, para avanzar a la final del torneo, contra el ganador de la otra semifinal que se disputó este martes entre Estados Unidos y Japón. Al cierre de esta edición, el partido entre norteamericanos y nipones no había finalizado.
Puerto Rico había calentado el Dodgers Stadium de Los Ángeles, en la parte alta del undécimo cuando, con rivales en segunda y primera, según la regla de extrainnings, sacó relampagueante doble play que mató las esperanzas de Holanda.
En el cierre del inning, Borinquén colocó a Carlos Correa en segunda y Kike Hernández en primera, quienes avanzaron por toque de sacrificio de Yadiel Molina.
Después de un boleto internacional a Javier Báez, Rosario empujó la del triunfo al sacar sólido batazo al centro, que llevó a Correa a la goma con la carrera de la victoria que los mantiene invictos en el certamen (8-0) y que les da el derecho de ir esta noche (9:00 pm) por su primer trofeo del Clásico Mundial en cuatro ediciones que han participado.
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