Foto: Agencias
Cuando Golden State puso las cosas 3-1 en su favor, a un triunfo de coronarse, todo apuntaba a que conseguirían el bicampeonato
La noche de ayer domingo, LeBron James y sus Cleveland Cavaliers lograron lo nunca antes visto en la historia: remontar una serie 3-1, para así vencer a Golden State y titularse campeones de la NBA superando en el séptimo choque de las Finales 93-89 a los Warriors.
Pese a una gran actuación de Draymond Green por Golden State, con 32 puntos, 15 rebotes, y 9 asistencias, LeBron estuvo inmenso y se echó una vez más el equipo al hombro encestando 27 puntos, con 11 rebotes, y 11 asistencias.
Cuando Golden State puso las cosas 3-1 en su favor, a un triunfo de coronarse, todo apuntaba a que conseguirían el bicampeonato. Sin embargo, LeBron James cargó con los «Cavs» y a fuerza de entrega y compromiso remontó la cuesta para así cumplir su objetivo desde que llegó a los Cavaliers: darle el título a este equipo y romper así la maldición de la ciudad de Cleveland que no celebra un título deportivo desde 1964, la mayor sequía del deporte estadounidense.
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