¿Importa tanto la velocidad?

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5 de mayo, 2014 - 4:03 pm
Redacción Diario Qué Pasa

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Foto: Agencias

Aroldis Chapman, él de la recta a fuego a 105 mph, podrá ser el rey de la velocidad en el béisbol, pero hay otros brazos jóvenes, incluyendo el de Trevor Rosenthal de los Cardenales y Kelvin Herrera de los Reales, que buscan al menos compartir parte de la corona. Puesto de forma simple, el club de las 100 mph ya no es tan exclusivo como lo fue alguna vez, ya que los lanzadores ahora son más grandes, sus brazos son más fuertes, y sus rectas son más veloces. «Los chicos ahora están descosiendo la pelota al lanzarla», dijo el asistente especial de los Cachorros Tim Wilken. Bruce Rondón tuvo oportunidad de sobrepasarlos a todos. En el 2013, el relevista de los Tigres lanzó la mitad de los pitcheos que hizo Chapman, pero en un 33% de ellos sobrepasó las 100 mph, cifra máxima en MLB, alcanzando su mayor velocidad con 102.8. Pero entonces su codo explotó en la primavera, lo que reveló el alto precio a pagar por lanzar a grandes velocidades.

Más lanzadores están llegando a esta velocidad

En el 2003, el entonces cerrador de los Astros Billy Wagner era el único lanzador en llegar a las 100 mph en por lo menos 20 pitcheos esa temporada. El año pasado ese club tenía siete miembros. No hay datos confiables más allá de la última década, pero el ojo de escuchas y ejecutivos puede dar fe del crecimiento y proliferación del lanzallamas. «Este es mi 29º año en el béisbol», dijo Deric Ladnier, asistente especial del gerente de los Astros, «y he visto más chicos lanzando a 100 mph que nunca antes». Muchos otros lanzadores llegan con regularidad a las medianas 90 mph. Hace una década, apenas 37 lanzadores lanzaban el 25 por ciento de sus rectas a 95 mph o mayor; la temporada pasada, 149 tipos vivían en la zona entre 95-99 mph. Según dijo el gerente de los Tigres Dave Dombrowski: «Es inusual ahora enfrentarse a chicos que no lancen en las medianas 90 mph de forma consistente».

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