Hoy a las 5:30 se reanudara el tercero de la Gran Final

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24 de enero, 2017 - 8:09 am
Rafael Rivas / [email protected]

Las aves se verán las garras en privado para definir el tercer encuentro luego de los altercados que se vivieron en «El Grande» de Maracaibo, entre las aficiones de ambas tribunas.

Foto: Agencia

Maracaibo – La tarde noche de ayer, el Luis Aparicio «El Grande» de Maracaibo, fue el escenario donde se vivió el partido más emocionante y dramático de la final 2016-2017 de la LVBP.

Águilas comenzó la agresividad de los primeros juegos, Álex Romero pegó sencillo y Endy Chávez anotó la primera carrera zuliana, acto seguido, Jesús Flores sacudió la tribuna con un triple que produjo dos rayas más para los rapaces.

Para dolor de los rapaces, Ronny Cedeño sonó un jonrón solitario en el cierre del segundo episodio. Sin embargo, en el tercer inning, los pájaros rojos comenzaron su remontada tras una pifia de Freddy Galvis.

Paulo Orlando sacudió roletazo por el campocorto, que no pudo controlar y anotaban Rangel Ravelo y Carlos Rivero. Una entrada más tarde, Gustavo Molina remolcó a Jesús Montero con rodado al cuadro.

El propio Montero disparó un petardo de dos carreras, en las piernas de Juniel Querecuto y Dennis Phipps para tomar la delantera en la pizarra por primera vez en el juego en el octavo capítulo.

No obstante, el largo batazo de Mario Lisson que postergó la celebración crepuscular al colocar el partido 5-5, encendió la llama de los fanáticos aguiluchos.

Fue en este octavo episodio que los fanáticos resolvieron tener una venganza contra los jugadores de los Cardenales por lo ocurrido con José Pírela en el segundo juego de esta final. Los aguiluchos comenzaron a lanzar objetos contra los jugadores Larenses, lo que obligó a los manager a retirar a sus equipos del campo.

Luego de 45 minutos de paralización, los jugadores saltaron nuevamente al campo para terminar el compromiso, sin embargo no paso mucho tiempo para que se volvieran a activar las alarmas y los peloteros se volvieron a retirar al dugout.

En la prorroga Cardenales, consciente de la necesidad de mantenerse con vida en la serie, tradujo sus intenciones sobre el diamante con doble de Phipps y anotada de Querecuto, para ponerse arriba nuevamente. Posteriormente, en labor de emergente Elvis Escobar sonó cohete para que Phipps llegara hasta la goma, anotando la séptima carrera.

Lejos de apagar las luces y limpiar las bases, los aguiluchos cerraron la autopista y con dos outs en la luminosa Cedeño bateó un piconazo por el centro del campo para traer al nido el empatar por segunda vez en la noche.

Esta fue la última jugada que sello el compromiso, pues este debió ser suspendido ya que la tensión en el área del dogout visitante y un grupo de fanáticos zulianos volvió a explotar.

Luego de esperar un tiempo prudencial el manager de los Cardenales, Luis Dorante a ordenarle a sus peloteros salir del terreno de juego, posteriormente solicito a las autoridades de la máxima pelota venezolana, suspender el encuentro alegando que las medidas de seguridad en el estadio no se aseguraba a sus jugadores abandonar con tranquilidad el campo de juego.

Tal solicitud fue aceptada por el cuerpo arbitral, quien determino luego de una hora y media el juego en suspenso «por alteración del orden público».

Asimismo las autoridades acordaron que este encuentro se reanudada a las 5:30 de la tarde del día de hoy sin público en el estado, para luego disputar el cuarto encuentro de esta final.

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