Foto: Agencias
El último hecho ocurrió en La Rinconada, con la detención de los jinetes aprendices, Jesús Motabán y Pedro Páez, por infringir la Ley Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo
El hipismo venezolano se ha cautivado de las apuestas ilegales por las bandas delictivas durante los últimos años en los tres hipódromos del país, en especial en el óvalo de Palmarejo, que llevó a que cerrara sus puertas de manera definitiva.
El último hecho ocurrió en La Rinconada, con la detención de los jinetes aprendices, Jesús Motabán y Pedro Páez, por infringir la Ley Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo. La captura de ambos jinetes estaría relacionada con la monta del ejemplar Princess Rontos en el óvalo de Coche, donde el propietario habría realizado denuncias a las autoridades policiales porque los jockeys hacían perder de manera intencional al caballo en las carreras, generando lucro a las bandas criminales que controlan las apuestas.
Seguirán las investigaciones
Esta acción hace pensar que seguirán las investigaciones sobre las jugadas clandestinas, las autoridades de los circuitos y los jinetes que hacen vida en la industria del hipismo, en busca de rescatar el deporte de los caballos en Venezuela.
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