Con 20 años, cuatro meses y 21 días, Mike se convirtió en el peleador más joven en la historia en conquistar el campeonato mundial de peso completo
Foto: Archivo
La vida de Mike Tyson ya era impactante antes de que se convirtiera en una estrella del boxeo, antes de que le mordiera la oreja a Evander Holyfield y antes de que tuviera una actuación especial en Hangover. Pero fue mucho más impactante cuando, hace 30 años, a la edad de 20 años, cuatro meses y 21 días, se convirtió en el peleador más joven en la historia en conquistar el campeonato mundial de peso completo. Michael Gerard Tyson, aquel 22 de noviembre de 1986, no solo se convirtió en el campeón mundial de peso completo más joven, también vengó la derrota que hacía muy poco había tenido uno de los más grandes atletas estadounidenses de todos los tiempos: Muhammad Alí.
Con 27 peleas profesionales, 25 de ellas ganadas por nocaut, 15 de los cuales llegaron en el primer episodio, hace tres décadas el bestial peleador neoyorquino sostuvo su primera pelea de campeonato mundial. Su rival era el entonces monarca del Consejo Mundial de Boxeo, Trevor Berbick, que se había coronado en marzo de ese 1986 ante Pinklon Thomas por la vía de los puntos. Cinco años atrás, Berbick se había hecho famoso gracias a una inesperada victoria sobre ‹El Más Grande de todos los Tiempos›, el gran Muhammad Alí, por decisión unánime tras 10 episodios, y aunque antes del encuentro con Tyson ya había perdido, la gente quería que ese pleito ante Tyson significara algo más que un hecho estadístico histórico, querían que esa pelea oliera a venganza.
Ante un lleno en el Hilton de Las Vegas, Tyson y Berbick salieron a tirar lumbre en el ring, pero primero llegó la de un Mike Tyson que embravecido, casi lo derriba al final del primer capítulo. Cualquiera pudo haberse ido al suelo con esos bombazos, pero Trevor los aguantó casi milagrosamente. Pero en el arranque del segundo, primero un volado de derecha de Mike envió a la lona al campeón, y aunque se recuperó, luego un gancho de izquierda al rostro lo mandó más que lastimado a la lona, y aunque trató de levantarse, dos veces más se fue a la lona en el intento, obligando al réferi Mills Lane a detener el encuentro y decretar la histórica victoria de Tyson. Después de esa pelea, Tyson hizo nueve defensas exitosas y sumó los campeonatos de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Federación Internacional de Boxeo antes de protagonizar otro inolvidable momento del deporte de los puños, cuando lo noqueó de manera inesperada y sorpresiva James ‹Buster› Douglas en 1990.
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