En un auténtico partidazo de principio, con un gol de Lionel Messi en la última jugada del Clásico español, el Barcelona venció 3-2 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, este domingo, y dejó la Liga más viva que nunca. Par de goles del argentino y uno de Rakitic, pusieron al equipo azulgrana en el primer lugar de la tabla junto con el club blanco.
Eliminado de la Liga de Campeones esta semana y sin Neymar en la convocatoria (por sanción), así llegaba el Barsa al choque ante su eterno rival quien sí clasificó a semifinales de Champions y quería una victoria frente a su público para sentenciar una Liga que ahora ambos lideran con 75 puntos cada uno a falta de cinco fechas y un partido más para el Real.
El partido iniciaba de color blanco. Después de algunas llegadas inquietantes del Barcelona, el Madrid pegó primero gracias a un gol de Casemiro en el minuto 27. El brasileño aprovechó un rebote en el área catalana para empujarla y desatar la algarabía en la casa blanca. Sin embargo, el partido tendría nombre y apellido: Lionel Messi.
El «10» azulgrana, máximo goleador en la historia de los Clásicos, inició su noche mágica cuando con un pase de Rakitic, hizo un recorte a un defensor madrileño y disparo de zurda y abajo para batir a Keylor Navas y poner el 1-1 al 33´, y así finalizaría el primer tiempo.
«Toma y dame»
En la segunda mitad el partido creció en intensidad y ambos porteros estuvieron inmensos bajo los tres palos.
En un «toma y dame», el meta blaugrana, Ter Stegen, sacó varias pelotas de peligro mientras que Navas también hizo lo propio en el arco blanco.
Marco Asencio, que sustituyó a Gareth Bale (39´) quien salió tocado, metió un centro rastrero a Cristiano Ronaldo y este se comió el gol casi solo frente al arco.
«Al que no hacen, le hacen», minutos después de la acción de Ronaldo, el croata Iván Rakitic puso el 1-2 al 73´.
Al 76´, Sergio Ramos entró duramente sobre Messi y dejó al Madrid con 10 hombres. El partido subió en intensidad.
Tras la expulsión del capitán merengue, los de Luis Enrique se volcaron al ataque y estuvieron cerca de dar la estocada mucho antes del final pero, nada estaría escrito hasta el último minuto.
Zidane metió al colombiano James Rodríguez al 82´, y con tres minutos en cancha, el cucuteño marcó el 2-2 haciendo explotar nuevamente de alegría el Santiago Bernabéu que veía como su equipo mantenía las cosas igual en la tabla de posiciones y seguía firme hacia el título. Pero, nuevamente el «10» del Barcelona volvería a aparecer para dejar en claro que «no era la noche del Madrid, era la noche de Messi».
El «D10S» del Barsa
Con los 90´ cumplidos y corrían los segundos finales de los dos minutos que agregó el árbitro principal, el Barsa armó un último ataque donde se encomendó a su «D10S» y este no los defraudó. El argentino recibió un balón cerca del punto penal y soltó un zurdazo abajo y al palo derecho de Navas para poner el 2-3 definitivo que mató al Madrid en su casa y le dio su gol número 500 con la camiseta azulgrana.
La noche mágica del rosarino también le permite seguir siendo el máximo anotador en la historia de los Clásicos, con 23 goles, sobre los 18 de la leyenda blanca, Alfredo Di Stefano y los 16 de Cristiano Ronaldo.
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