La noche del pasado 25 de septiembre, el estadio Olímpico de la UCV se convirtió en el escenario de un emocionante enfrentamiento entre Venezuela y Uruguay, que culminó con una ajustada victoria de las venezolanas por 1-0, gracias a un gol de la capitana Deyna Castellanos. Sin embargo, lo que parecía ser una noche de celebración futbolística se vio empañada por una serie de controversias que se desencadenaron antes y después del partido.
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El conflicto comenzó apenas minutos después de que el partido diera inicio, cuando la mediocampista Sonia O’Neill emitió un comunicado a través de su cuenta de Instagram, en el que reveló que fue excluida de la convocatoria junto a dos compañeras por una presunta «falta de comunicación» en la directiva del equipo. O’Neill aclaró que no estaba lesionada ni enferma y que simplemente había pedido permiso al coordinador del equipo para ausentarse durante su tiempo libre, lo cual fue malinterpretado por la entrenadora Pamela Conti.
En un sorprendente giro, O’Neill también acusó a Conti de ser «mentirosa» y expresó su preocupación de que esta situación fuera utilizada como excusa para no volver a convocarla a la selección, algo que, según afirmó, la entrenadora había comentado previamente con otras jugadoras. Esta revelación dejó perplejos a los aficionados y generó un debate público sobre la relación entre las jugadoras y la entrenadora.
La capitana del equipo, Deyna Castellanos, respondió a las acusaciones de O’Neill en una rueda de prensa posterior al partido. Castellanos expresó que no estaba al tanto de las declaraciones de su compañera y que se enfocaba en sentirse orgullosa del equipo y sus resultados. Sin embargo, sus declaraciones desataron la furia de parte del público, que la criticó en las redes sociales por no haber apoyado a O’Neill en este momento complicado.
Las redes sociales se llenaron de comentarios negativos hacia Castellanos, cuestionando su liderazgo y su actitud. A pesar de ser considerada una jugadora excepcional en el campo, las opiniones sobre su desempeño como capitana se tornaron negativas.
En respuesta a la controversia, la seleccionadora Pamela Conti optó por no comentar directamente sobre las acusaciones de O’Neill y afirmó que «hay normas y reglas en un vestuario internas» y que quien no las respeta debe enfrentar las consecuencias. Conti prefirió centrarse en los aspectos deportivos y en el regreso del equipo a Venezuela después de cuatro años sin jugar en el país.
La situación tomó un nuevo giro cuando la jugadora Lourdes Moreno expresó su decepción y tristeza por las actitudes de la entrenadora hacia ella, afirmando que no podría seguir formando parte del equipo mientras Conti estuviera al mando. Varias compañeras de selección, como Miku Ascanio, Karen Hidalgo, Daniuska Rodríguez y Andrea Zeolla, manifestaron su apoyo.
Por su parte, Deyna Castellanos emitió un comunicado a través de sus redes sociales como capitana del equipo, en el que insta a la Federación Venezolana de Fútbol a abrir un espacio de diálogo entre ambas partes para resolver la situación de manera pacífica y constructiva, en beneficio del equipo de fútbol y su convivencia.
Petición pública a la @FVF_Oficial🇻🇪 pic.twitter.com/PZ5tb4v3i6
— Deyna Castellanos (@deynac18) September 27, 2023
Se esperan futuras actualizaciones sobre esta situación en desarrollo.
La polémica en torno a la Selección Femenina de Fútbol de Venezuela sigue siendo un tema candente que ha captado la atención de aficionados y medios de comunicación. La incertidumbre sobre el futuro de Sonia O’Neill y la relación entre las jugadoras y la entrenadora Pamela Conti sigue sin resolverse, mientras el equipo se prepara para sus próximos desafíos deportivos.
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