Foto: Agencias
Tras la controversial victoria ante Manny Pacquiao, Timothy Bradley pasó varios meses sin conseguir un contrincante que quisiera ponerse los guantes frente a él. Enfrentó Ruslan Provodnikov y luego venció enfáticamente a Juan Manuel Márquez. Todo eso para volver al lugar que cree que le pertenece.
«Me río en la cara de las críticas porque sé quién soy como persona y como boxeador», dijo. «Fue el trabajo duro. Nada me lo dieron. Hay muchos que les construyeron la carrera. Yo peleé contra varios campeones. Para mí la suerte se llama trabajar duro» agregó Bradley. Es por eso sabe lo que es llegar hasta el extremo para salir victorioso.
«En la pelea contra Ruslan aprendí que puedo soportar cualquier tipo de castigo para conseguir una victoria», confesó. «Mostré de lo que estoy hecho y hasta me sorprendí a mí mismo. Nunca quisiera hacerlo de nuevo, pero si lo tengo que hacer, lo haré. Soy un peleador y obviamente nadie quiere absorber ese tipo de castigo, pero si lo debo hacer, lo haré. Mi salud es lo más importante», concluyó el púgil.
Esos dos triunfos solidificaron su récord profesional y le dieron validez a su carrera, pero una nueva victoria sobre el filipino le daría lo que más necesita: la reivindicación.
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