El filipino Manny Pacquiao, que soñaba con representar a su país en los Juegos Olímpicos, anunció finalmente a finales de mayo que renunciaba, prefiriendo concentrarse en su nuevo cargo de senador
Foto: Agencias
El filipino Manny Pacquiao, que soñaba con representar a su país en los Juegos Olímpicos, anunció finalmente a finales de mayo que renunciaba, prefiriendo concentrarse en su nuevo cargo de senador
El boxeo se prepara para un momento histórico con la admisión de los profesionales en los próximos Juegos Olímpicos de Río, que debe ser decidida hoy por la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (Aiba). Pero el noble arte, cuestionado, según la prensa inglesa, por un programa de lucha antidopaje insuficiente, se encontrará también esta semana en medio de las preocupaciones de la comisión ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI), que se reúne en Lausana. ¿Estarán el ucraniano Vladimir Klitschko o los mejores boxeadores estadounidenses en los rings de los Juegos Olímpicos en agosto próximo?. Si el centenar de miembros de la Aiba reunidos hoy en Lausana para un congreso extraordinario debe pronunciarse a favor del principio de «elegibilidad» de los boxeadores profesionales en los Juegos Olímpicos, en cambio, hay pocas posibilidades de ver a los grandes estrellas de boxeo en Río. Es demasiado tarde para muchos de ellos para prepararse a tiempo y disputar el último torneo clasificatorio programado en julio en Venezuela.
«Tomamos esta decisión, que se inscribe en las recomendaciones de la agenda 2020 del COI, para el futuro en la perspectiva de Tokio-2020, ya que el ciclo de calificación para Rio ya está iniciado», explica la AIBA.
Pocos profesionales en Río
Pero si las estrellas del tenis estarán en Río, las del boxeo serán más raras. De este modo, el programa de Klitschko ya está cerrado con un combate el 9 de julio contra el británico Tyson Fury en un reencuentro en Mánchester con los cinturones AMB y OMB en juego. El filipino Manny Pacquiao, que soñaba con representar a su país en los Juegos Olímpicos, anunció finalmente a finales de mayo que renunciaba, prefiriendo concentrarse en su nuevo cargo de senador. Además, algunos profesionales podrían tener problemas para soportar el ritmo de dos semanas de competición.
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