Foto: Agencias
Avisaíl García ya no es el «Mini-Miggy» ni un prospecto con aspiraciones de colarse en el róster del equipo grande de los Tigres, sino un toletero joven que pretende aprovechar a plenitud su puesto seguro en los Medias Blancas.
El venezolano exhibe confianza como jardinero derecho titular de Chicago, pero al mismo tiempo sabe que tendrá que terminar de establecerse a base de trabajo.
Hace dos años, García se hizo un nombre con tan solo 21 años recién cumplidos al ser subido por Detroit, y poner su granito de arena para ayudar a los felinos a alcanzar la Serie Mundial. En esos momentos, se le comparaba con su compañero de equipo Miguel Cabrera por la similitud entre ambos en estatura, corpulencia y, por supuesto, su país de origen.
Sin embargo, la oportunidad de García no le llegó al año siguiente, cuando el oriundo de Anzoátegui estuvo entre Triple-A y el equipo grande de los Tigres hasta mediados de la temporada. Finalmente, al pasar a los Medias Blancas el pasado 30 de julio en el canje que envió a Jake Peavy a los Medias Rojas y al cubano José Iglesias a los Tigres, García tenía el camino despejado a nivel de Grandes Ligas.
Después de batear .379 con OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .991 en liga menor el año pasado-dejando en claro que estaba listo para una legítima oportunidad en la Gran Carpa, García terminó el 2013 con promedio de .304, porcentaje de embasarse de .327 y slugging de .447 en 42 partidos y 168 veces al plato por los Medias Blancas. Ahora, en sus primeros entrenamientos con Chicago, el venezolano se prepara para enseñar de qué es capaz.
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