Psicología familiar

¿Se puede hacer que un niño sea más inteligente?

Niños foto Images Getty
21 de septiembre, 2017 - 9:34 am
Joiner Villasmil Pasante UNICA/webquepasa.com.ve

Es importante consolidar los valores en los niños. Ayudarlos a crecer como personas integrales y promover el aprendizaje

Foto: Internet

Cuando hablamos de inteligencia infantil, nos referimos a una inteligencia en desarrollo. Se podría definir mejor como la capacidad de asimilación de conocimientos y su aprovechamiento.

La inteligencia infantil no se concibe sólo como una facultad con la que se nace sino como una aptitud para adaptarse al entorno de forma cultural, verbal, situacional y hasta para la resolución de problemas concretos.

De forma creciente la inteligencia se irá desarrollando en el niño. Se irá elevando de acuerdo con la edad que tenga. Cuando la edad mental es mayor que la física, se puede sostener que la inteligencia es superior a la normal y cuando es menor es inferior a lo normal.

Hay factores determinantes para que el niño pueda desarrollar la inteligencia, como la escolaridad, el nivel social y hasta cultural en el que se encuentra inmerso el infante. Es válido destacar que para que exista un desarrollo de la inteligencia, debe estimularse el intelecto del niño.

Para la Licenciada en Educación, Maribel Villasmil, es trascendental que los padres pongan atención a sus hijos en la niñez. Sostiene que enseñarlos a comunicarse, a comer y a inclinarse por practicar clases de tratamiento y buenos modales hacia los demás, los impulsará también a actuar orientados hacia el crecimiento personal. «También hay que enseñarles que deben ganarse las cosas por sí mismos. Que resuelvan problemas. Que enfrenten sus temores y puedan abrirse a un sinfín de nuevas oportunidades para aprender y sobre todo, hacerles ver que el aprendizaje no es  malo. Que solamente eso, además de servir como para conseguir trabajo y un título, les servirá para expandir la mente y ser cada vez mejores», explica la educadora.

En este sentido, partiendo de la explicación anterior es válido destacar la importancia de la motivación intelectual. De este modo, hacer que se vuelvan por sus propias iniciativas, mejores personas. La inteligencia en sí se relaciona más con las características del niño y las oportunidades que tiene en su ambiente para ser inteligente. La mente de los niños debe cultivarse. Al igual que a un terreno donde se siembra. Si se siembra en buena tierra y se abona como es debido, los resultados pueden ser beneficiosos, pero si no existe nada de eso y simplemente se echa la semilla (enviarlos a la escuela), no sucederá nada y de allí surgen problemas. Disfuncionalidades mayores (frutos sin un buen crecimiento), es decir, sí se puede hacer que un niño sea más inteligente.

«Debemos ayudar al niño a hacer crecer su inteligencia. Debemos incentivarlo para que rinda todo lo que pueda, dentro de sus posibilidades. El reproche no es bueno. Hay que recordar que los niños son una esponja y un maltrato verbal, una mala cara o una expresión mal hecha ante un fracaso, puede conducirlo al estancamiento», sostiene la docente Maribel Villasmil, quien ahora es jubilada y ejerció su profesión de educadora durante 35 años en escuelas públicas y privadas en Maracaibo, Venezuela.

«Ellos, mientras estén pequeños no deben tener grandes problemas. Los problemas de ellos ahorita son pequeñitos, si los tienen, los padres deben estar ahí para ayudarlos a salir de esos problemas, no sacarlos. Porque si hacen eso, estarían volviendo dependientes a sus hijos y no les enseñarían a ser inteligentes y a salir de los problemas. Hoy  los problemas son pequeños, pero mañana serán grandes», agregó Villasmil.

Hay que tomar en cuenta que lo que hacen los niños hoy, puede ser el reflejo del mañana. Ayudarlos, orientarlos y entrenarlos, es el deber de los padres. Siembra un buen legado y verás buenos resultados.

 

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