Una caravana de autos clásicos por Maracaibo
Los coleccionistas sacaron a pasear a sus joyas de cuatro ruedas para deleite de transeúntes, allegados y propio
El pasado sábado 20 de agosto algunos representantes de la Asociación Venezolana de Automóviles Antiguos y Clásicos (AVAAC) del Zulia y Autos Clásicos Maracaibo (ACM) realizaron un recorrido por esta ciudad a bordo de varios vehículos pertenecientes a algunas de las colecciones más importantes de Maracaibo. El presidente de la AVAAC seccional Zulia, Dr. José Luis Martínez Ardila, guio la parada al volante de un flamante Mustang 1966 convertible, previamente perteneciente a la colección de Don Manolo Ruiz, sapientemente rescatado y restaurado por éste, le seguían Don Raúl Calatayud a los mandos de un impecable Mustang Coupé 1967, Don Manuel Delgado al volante de un Mercury Montclair 1955, Don Ángel Rincón guiando un Plymouth Belvedere 1956 y Don Julio Vílchez al volante de una Ford F-350 tipo Expresso 1956.
El cortejo partió de la esquina de la Avenida Delicias con Circunvalación 2, bajando por Delicias hasta la Calle 72 y subiendo por Bella Vista hasta 5 De Julio, deteniéndose frente a la Plaza de la República, donde se realizaron las fotos y videos de rigor y donde se le permitió a algunos transeúntes, sobre todo niños, retratarse dentro de los autos y con sus dueños. No faltaron las conversaciones acerca de los vehículos, su parte técnica y su proceso de restauración con los fanáticos de la bella mecánica que se acercaron a intercambiar opiniones.
Una vez cumplida esta fase, la caravana se dirigió hacia Santa Lucía, donde hizo parada en un emblemático restaurante para degustar un refrigerio gentilmente ofrecido por el Dr. Martínez. La emoción, curiosidad y sonrisas que causó la inusual parada en el lugar fue memorable, al igual que en todos los lugares por donde se desplazó o se detuvo, pues la belleza y elegancia de estas máquinas no es común a la vista y menos aún verlas todas en grupo. Amena fue la conversación con los vecinos de la cuadra, muy especialmente con la Sra. Nereida Ugarte y los nietos del legendario Bartolo Sarmiento, quien por años regentó un bar en la zona, donde en 1980 se grabó la célebre gaita «La Taguara de Bartolo», escrita por Astolfo Romero «El Parroquiano».
La velada terminó con el prudente regreso a casa y la felicidad de haber conocido y conversado con nuevos amigos , reencontrado a los viejos y haber disfrutado del privilegio de conducir máquinas que pertenecen a una época que no volverá y que nos recuerdan de dónde venimos y hacia dónde vamos. Por algunas horas dejamos de ser adultos, volvimos a ser niños y “jugamos carritos”… Felicidad, bendiciones y que se repita! Muchas gracias a estos “niños grandes” de los “carros viejos”!
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