Era sabido por todos que Paul Walker no sólo era un amante de los automóviles en la pantalla grande sino, también, en la vida real
Estados Unidos- Mencionar a Paul Walker es, inevitablemente, recordar su papel de Brian O´Conner en la saga Rápido y Furioso. Aún después de haber fallecido, sigue dando de qué hablar.
Era sabido por todos que Paul Walker no sólo era un amante de los automóviles en la pantalla grande sino, también, en la vida real.
Gracias a esta saga cinematográfica, sintió tal atracción por los vehículos que poseía una gran colección, la cual incluía toda una serie de autos, motocicletas, tráilers y más. Sin embargo, a casi siete años de su muerte, la familia Walker decidió poner en venta su galería de carros.
Según el diario británico, The Daily Mail, la familia Walker subastó parte de la colección por 2.333.450 millones de dólares; mientras que, el resto de la colección pasó a manos de su hija, Meadow Rain Walker. Se dice que la subasta se hizo entre el 15 y el 18 enero, y en ésta se fueron los cinco BMW M3 Lightweight, así como el E36 de 1995.
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Durante la subasta, el CEO de Barrett-Jackson, Craig Jackson, empresa que gestionó la subasta, le rindió honores al actor de ‘Fast and Furious’ con las siguientes palabras: “Paul ha sido comparado con Steve McQueen, quien vivió su pasión por los autos en cada aspecto de su vida. Inspiró una generación entera de amantes de carros.”, sentenció Jackson.
Walker falleció el 30 de de noviembre del 2013 a los 40 años de edad, días previos a la culminación de la grabación de la séptima entrega de ‘Fast and Furious’. La vida del actor terminó abruptamente cuando, en una demostración, se estrelló el Porsche en el que viajaba.
Foto: Agencias
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