Lindsay Lohan guardaba un secreto que reveló anoche en los últimos momentos del final de su reality, Lindsay. La actriz contó que había sufrido un aborto durante la grabación del programa (que emite la cadena de Oprah Winfrey OWN), motivo por el que el rodaje se detuvo dos semanas.
Lindsay —quien entonces fue acusada de retrasar la producción del programa— aseguró: «Nadie sabe esto, y podemos terminar con esto, sufrí un aborto espontáneo cuando me tomé dos semanas libres».
Tras una larga pausa, la actriz aseguró: «Es una historia muy larga» y no dio más detalles, ni acerca de cuántas semanas llevaba embarazada o quién es el padre.
La protagonista de Chicas Malas aseguró que para ella era difícil ver el reality, que comenzó a grabar cuatro días después de que el pasado verano saliese de rehabilitación, sobre todo porque todo el mundo la criticaba por haberse tomado un paréntesis.
«Este es el motivo por el que en el programa, cuando se dice ‹ella no quiere venirse abajo›, yo no podía moverme, estaba enferma. Mentalmente, eso te revuelve».
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