Lyle Menéndez, de 57 años, expresó su profundo arrepentimiento, reconociendo que sus progenitores tenían derecho a vivir. Por su parte, Erik, de 54, asumió la responsabilidad por sus acciones, admitiendo su participación directa en el crimen ocurrido en 1989
El caso de los hermanos Menéndez, Erik y Lyle, ha sido uno de los más controvertidos en la historia judicial de Estados Unidos. Tras haber pasado 35 años en prisión por el asesinato de sus padres, finalmente han obtenido la oportunidad de una nueva sentencia.
Luego de reactivar el caso, el juez Michael Jesic les impuso una condena de 50 años en lugar de la cadena perpetua a la cual fueron condenados, esto abre la posibilidad de solicitar libertad condicional.
«Yo no estoy diciendo que deban ser liberados, no soy yo quien decide. Sí creo que han hecho bastante en los últimos 35 años y deberían tener esa oportunidad», afirmó la máxima autoridad del tribunal.
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De acuerdo a las leyes de California, estado donde se cometió el asesinato, las personas pueden aspirar a tener beneficios si cometieron delitos antes de los 26 años. La solicitud de libertad condicional de los hermanos Menéndez dependerá de la aprobación de una junta específica, en la que el gobernador Gavin Newsom juega un papel clave.
Lyle Menéndez, de 57 años, expresó su profundo arrepentimiento, reconociendo que sus progenitores tenían derecho a vivir. Por su parte, Erik, de 54, asumió la responsabilidad por sus acciones, admitiendo su participación directa en el crimen ocurrido en 1989.
Ambos han expresado sentimientos de culpa y dolor por lo sucedido hace más de tres décadas. Sus declaraciones reflejan un cambio en su percepción de los hechos, marcando una evolución en su manera de afrontar el pasado y las consecuencias de sus actos.
Por otro lado, afuera del tribunal, familiares, amigos y seguidores de los hermanos Menéndez celebran esta primera victoria luego de haber sido sentenciado en 1996.
Reactivación del caso
El doble asesinato ocurrido en 1989, en una mansión de Beverly Hills a manos de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, de 19 y 21 años, respectivamente, hacia sus padres Kitty y José sacudió a Estado Unidos por el horror del crimen.
Más de 30 años más tarde de la condena a cadena perpetua, los condenados vuelven a ser la atención mediática tras el estreno de la serie «Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez» de Ryan Murphy en Netflix.
El caso de los hermanos Menéndez fue el guion perfecto para dar rienda suelta a los programas de true crime, su historia se narró cuantas veces se quiso y, no fue hasta este 2024 que el mundo recordó una vez más el doble homicidio. El jueves 3 de octubre, la Fiscalía de Los Ángeles anunció que revisaría nuevas evidencias del caso.
La nueva hipótesis que se manejó en aquel momento para retomar el caso fue el testimonio de violencia sexual de los hermanos por parte de sus progenitores que no fueron tomados en cuenta por las autoridades del momento durante el juicio y que pudo motivar a cometer el crimen.
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