En esa interesante y permanente búsqueda de literatura al respecto, al parecer, este varonil instrumento nació en Alemania (alrededor de 1830) para reemplazar al órgano por su alto costo y difícil traslado, en los oficios religiosos y funerales así como en las procesiones callejeras. Se ejecutaba al principio colgado del cuello y comenzó luego a ser utilizado para acompañar jubilosas danzas.
Sin embargo, quien impulsó su producción artesanal fue Heinrich Band (1805-1888), nativo de la ciudad de Krefeld. De su apellido deriva el nombre de este instrumento, conociéndose mundialmente como bandoneón, con sus diversas variantes como bandonium, bandonión, bandonio, bandoleón. En la argentina se lo llama cariñosamente bandola, pero su nombre más común entre los cultores del tango es «Fueye».
Posteriormente se comenzó a fabricar a escala industrial por el músico Alfred Arnold, quien en 1864 lanzó al mercado su afamada marca A-A, y quien en 1911 fundó la «Alfred Arnold Bandonión», que fabricó hasta 1949 con interrupciones durante las dos guerras mundiales, las marcas Premier y América, además de las antes nombradas. La prestigiosa casa Hohner, produjo las marcas Germania, Tango, La Tosca, Concertista, El Pentagrama y Cardenal. También la firma Mainer y Herold produjo bandoneones con la marca 3B. De fábrica, la afinación del bandoneón es de A(la)4 = 435 Hz y no el conocido 440 actual.
En nuestra América se conoció con fuerza el bandoneón en el siglo XX como instrumento musical que identifica el pentagrama porteño, los aires del sur y el narrativo, sensual y sentimental tango argentino, como lo describe la famosa pieza Arrabal Amargo: «… Rinconcito arrabalero con el toldo de estrellas / de tu patio te quiero / todo, todo se ilumina / cuando ella vuelve a verte / y mis viejas madreselvas / están en flor para quererte / como una nube que pasa / mis ensueños se van / se van, no vuelven más». Este tango fue uno de los temas preferidos del inmortal Carlos Gardel y en nuestra ciudad, fue interpretado con gran éxito en emisoras y escenarios destacados por el recordado locutor y cantante Félix Cubillán, Rafael Deyón, Joe Parra y el barítono invidente José Romay.
Es importante destacar que el bandoneón es un instrumento armónico y cromático que se ejecuta con botones a diferencia del acordeón, en uno de sus tipos, que es de teclas como los pianos y es de origen polaco conformado por un fuelle, un diapasón y dos cajas armónicas de madera. En futuras entregas explicaremos las diferencias entre los acordeones de teclas y botones, muy conocidos por la música vallenata y que por cierto, a diferencia del bandoneón que puede acompañar en todas las tonalidades, se necesitan siete acordeones de botones para acompañar un repertorio completo de la música popular neogranadina.
Muy importante es destacar que uno de los más famosos bandoneonistas de todos los tiempos fue el versátil Astor Piazzola (Argentina 1921-1992).
Hasta el próximo domingo con el favor de Dios.
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