El 7 de febrero de 2025, el empresario venezolano, Pedro Figueroa modificó unilateralmente la fecha al 20 de septiembre, alegando una solicitud del cantante. Sin embargo, el 13 de marzo, los representantes oficiales de Chayanne confirmaron que Trimix Entertainment no tenía autorización para actuar en su nombre ni vínculos con el artista
La empresa venezolana Thiene Producer S.A. y tres de sus directivos (Flavio Franco Lorenzi, Edmundo Rafael Milian y Juan Carlos Grillo) han interpuesto una demanda civil de 4 millones de dólares ante el Tribunal Federal de San Juan contra Pedro Figueroa y Trimix Entertainment, Inc., radicada en Puerto Rico. La denuncia, difundida este viernes, detalla un presunto fraude vinculado a un concierto inexistente del artista Chayanne en Caracas.
Según el documento, los demandados firmaron un contrato el 15 de octubre de 2024 para realizar el «Bailemos Otra Vez Tour» el 10 de mayo de 2025 en el Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela.
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El 7 de febrero de 2025, Figueroa modificó unilateralmente la fecha al 20 de septiembre, alegando una solicitud del cantante. Sin embargo, el 13 de marzo, los representantes oficiales de Chayanne confirmaron que Trimix Entertainment no tenía autorización para actuar en su nombre ni vínculos con el artista.
Los demandantes transfirieron 822.000 dólares a los acusados, además de incurrir en gastos bancarios, viajes a Puerto Rico y alojamientos. Tras descubrir el engaño, exigieron la devolución de los fondos sin éxito, lo que generó pérdidas estimadas en 4 millones de dólares. La demanda incluye cargos por inducción fraudulenta (‘dolo’), incumplimiento de contrato, violación del deber de buena fe y enriquecimiento injusto.
En declaraciones al programa «Lo Sé Todo TV», el abogado Juan Masini precisó: «caso civil no es caso penal, pueden haber cargos federales por las transferencias electrónicas y posible lavado de dinero, deben emplazar a los demandados, deben hacer una moción de decepticación alegando que no hay fraude». Su análisis subraya que:
Las transacciones bancarias podrían derivar en procesos federales independientes de la demanda civil.
La estrategia de los acusados requeriría una moción de «decepticación» (impugnación por falta de prueba de fraude).
Es crítico el emplazamiento formal a los demandados para evitar dilaciones.
La demanda destaca la necesidad de verificar credenciales de representantes artísticos mediante organismos oficiales. Marín insiste en que casos como este exponen «mecanismos sofisticados de estafa donde la prueba es fundamental». Thiene Producer enfatiza que los acusados aprovecharon su imagen de «socios confiables» para eludir controles, un patrón que exige mayor rigor en contratos de espectáculos.
El caso continúa en investigación, mientras Trimix Entertainment no se ha pronunciado públicamente.
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