Dicen que nadie es profeta en su tierra, sin embargo pocos salen de ésta para triunfar afuera y menos aún son los que lo logran, ésta es la historia de uno de ellos
La historia de Alejandro De Tomaso
Dicen que nadie es profeta en su tierra, sin embargo pocos salen de ésta para triunfar afuera y menos aún son los que lo logran, ésta es la historia de uno de ellos.
Alejandro De Tomaso nació en Buenos Aires el 10 de julio de 1928, es hijo de Antonio De Tomaso, italiano originario de Nápoles, hijo de un albañil emigrado a Argentina, Antonio tiene una gran sed de éxito y se convierte en ministro de la agricultura, del comercio, del trabajo, de la previdencia social y de la cultura, se casa con la hija de una de las familias más influyentes de Argentina, descendiente del Primer Virrey Español y propietaria de enormes haciendas ganaderas.
Regreso a los orígenes
Alejandro creció en medio de los negocios de su familia, participa en política, pero desde temprano le interesaron los automóviles, especialmente los deportivos con los cuales empieza a cimentarse en el automovilismo, el auto con el que debuta en las carreras es un viejo Bugatti, adquiere experiencia con viejos monoplazas remendados para que por lo menos puedan terminar la carrera.
Su mezcla de sangre napolitana y argentina es caliente y De Tomaso no se queda tranquilo detrás de un escritorio, demuestra su carácter fuerte en las pistas al volante de un auto de carreras, pero también ante los embates del destino, un golpe de estado fallido que hace que la familia De Tomaso pierda buena parte del poder político que poseía, haciendo que Alejandro tenga que refugiarse en Italia, donde se encuentran sus orígenes y donde tendrá que forjarse una nueva vida.
Lo aprendido siempre sirve
Lo hará valiéndose de lo que mejor sabe hacer y que además es su mayor pasión, las carreras, los motores, la mecánica, todo lo que había aprendido en su país natal y que una vez llegado a Módena, donde estaba el fermento de la producción de automóviles deportivos y de carreras, pone en función. Hablamos de los años 50, Alejandro entra a trabajar en la Maserati para después trabajar en los talleres Osca, fundados por los hermanos Maserati después de haber cedido éstos la Maserati Automobili a la familia Orsi.
Empezó desde arriba
Los hermanos Maserati lo contratan en la Osca para que corra durante tres años con sus autos, confían en él y le permiten desarrollarse como piloto y mecánico, gesto que Alejandro De Tomaso agradecerá y recordará por el resto de su vida, quedando legado a los hermanos Maserati de una manera fraternal. Alejandro se enamora de Italia y dice que los italianos tienen la peculiaridad de darle a todo un toque artístico y de lograr hacer mucho con pocos medios, en 1957 debuta en Fórmula Uno con un Ferrari, llega noveno, obtiene dos victorias de categoría en Sebring y en Le Mans.
De las pistas al altar
En las carreras conoce a Isabel Haskell, que más adelante se convertiría en su esposa, acaudalada mujer de negocios norteamericana, vinculada a la Ford y a la General Motors y que igual que él participa en carreras automovilísticas, corriendo en dupla los 1000 kms de Buenos Aires y las 12 horas de Sebring. Es con la ayuda económica de su esposa que cumple su gran proyecto y ambición, crear un automóvil de carreras que llevara su nombre, DeTomaso.
En 1959 Alejandro empieza a construir sus primeros prototipos de carrera, a pesar de que la familia de su esposa se oponía acérrimamente a que ésta corriera e invirtiera dinero en los automóviles de su esposo, Isabel logra financiarlo y es así como nace la DeTomaso, cuyo escudo es una T sobre la bandera argentina, igual a la que usaban para marcar el ganado de sus fincas, así, en un pequeño local de Módena, se empezaron a construir autos de carrera, que eran comprados por los pilotos aficionados de la época.
Producción en serie
En 1964 presenta su primer vehículo construido en serie, el Vallelunga, en honor al famoso circuito de la capital romana, la idea era vender el proyecto pero ninguna marca se interesa en éste, no obstante el proyecto es bueno y Alejandro procede a construir el vehículo, la construcción de la carrocería se le encomienda a Ghia, pero el diseño es de Fissore.
El motor es un cuatro cilindros en línea Ford, de 1.6 litros y 106 caballos de fuerza, instalado en posición central posterior longitudinal, en bloque con el cambio de cinco velocidades y el diferencial tipo Transaxle, con cuna perimetral posterior para alojar el grupo motor/transmisión y chasis mono-viga central, una solución muy utilizada en los Lotus de calle y de carrera, frenos de disco en las cuatro ruedas, rines de aleación de magnesio, la carrocería es en aluminio y fibra de vidrio y va a atornillada a la viga central del chasis, se construirán unos 50 ejemplares más una versión de carreras.
Un paso en falso
En 1965 y por idea de Peter Brock, uno de los ingenieros de Carrol Shelby, construyen el prototipo P-70 ó 5000 Sport Fantuzzi, pero los cálculos de diseño no son correctos y la sociedad con Carrol Shelby se disuelve, el vehículo es inscrito en el campeonato sport prototipos, pero ni siquiera llega a participar, así de mal funcionaba ese auto, sin embargo De Tomaso no pierde el ánimo y procede a modificarlo, convirtiéndolo en un agresivo GT de calle…
El DeTomaso Mangusta, ocho cilindros en V, 4.7 litros de cilindrada, 320 caballos de fuerza, cambio ZF de cinco velocidades, discos en las cuatro ruedas, suspensiones independientes y chasis mono-viga central, carrocería diseñada por Giugiaro, capaz de superar los 270 km/h, pero con una pésima repartición de pesos que lo hace peligroso en curva y difícil de manejar.
Sin embargo Alejandro De Tomaso había cumplido su venganza contra Carrol Shelby, construyó el Mangusta, único animal en el mundo capaz de matar a la serpiente cobra, nombre con el que Shelby distinguía sus vehículos. En cuatro años se construyeron unos 400 ejemplares, buenos números para la época.
El estrellato y la tragedia
Mientras tanto Alejandro de Tomaso se asocia con Frank Williams y construye el monoplaza 505, que corre en el Campeonato Mundial de Fórmula Uno con Piers Courage; el auto y el piloto prometían, pero el 21 de junio de 1970 durante el Gran Premio de Holanda Courage se estrella y muere calcinado, ahí termina la historia de DeTomaso en Fórmula Uno, pero no en la producción en serie.
Un golpe de suerte
En 1970 la Ford entra en el paquete accionario de la DeTomaso, rediseñan el Mangusta cuya carrocería es diseñada por Tom Tjarda, el chasis diseñado por Giampaolo Dallara es portante y no mono-viga central, el motor es el Ford 351 Cleveland de 330 caballos de fuerza, ahora el auto es más veloz, manejable, frena bien y es estable en las curvas, esto hace que sea todo un éxito comercial, con 5000 unidades vendidas en los primeros tres años de producción.
Además logra numerosas victorias en las categorías GT3, GT4 y GT5, pero divergencias económicas y de marketing con la Ford hicieron que ésta se separara de DeTomaso y se quedara con el mercado americano, dejando el mercado europeo y la pequeña fábrica de Módena a Alejandro, lo cual fue un duro golpe económico para él.
Más vidas que un gato
No obstante, el hábil argentino había logrado comprar las fábricas de Benelli, Moto Guzzi, Maserati, Ghía, Vignale, Innoccenti y Autobianchi, obteniendo el control de todas ellas con la compra de pequeños paquetes accionarios, esto gracias a los créditos que había obtenido del gobierno italiano. Son años en los que se producen muchos modelos en todas estas fábricas, dando trabajo a miles de italianos.
El fin
Pero la DeTomaso nunca más volvió a construir a ritmo de 50 autos a la semana, por el contrario apenas se producía un auto a la semana, siendo el último modelo el Guará de 1992, un auto hermoso pero difícil de manejar, del cual sólo se produjeron poco más de 50 ejemplares hasta el cierre de la fábrica, la cual se encuentra abandonada y en estado de ruina.
Archivos de Grand Prix con Salvador Fazio
Para ver artículos anteriores: https://www.quepasa.com.ve/seccion/columnistas/grand-prix/
Mi canal de YouTube: https://www.youtube.com/user/salvadorfazio
Instagram: @grandprixconsalvadorfazio
Comente