Por: José Lombardi
El cambio es continuo y permanente, en ese tránsito hay tiempos de paz y guerra, Heraclito nos dice que: «Debemos darnos cuenta de que la guerra es común a todos… todas las cosas nacen y mueren por la lucha», de tal manera que el conflicto es algo permanente y recurrente en la historia de la humanidad, sin él no tendría sentido la búsqueda de la Paz, ambas se complementan y permiten que surjan nuevas situaciones, lamentablemente las consecuencias de los conflictos en la mayoría de los casos es terrible, al día de hoy los datos nos dicen que en Ucrania han muerto de ambos bandos alrededor de veinte mil seres humanos y casi 4 millones de desplazados.
Lo relevante a nivel publicitario de esta guerra son los actores del conflicto: por un lado Rusia como potencia militar nuclear y Ucrania por su cercanía con la comunidad europea y la OTAN, terminan convirtiendo esta guerra local en un preludio de una nueva guerra mundial y además atómica, cosa que realmente no va a ocurrir porque simplemente sería el fin del mundo, de tal manera que este conflicto es un movimiento más de la lucha geopolítica por el control del poder y la hegemonía hoy encabezada por Estados Unidos y sus aliados, nos recuerda Platón que las guerras son motivadas por el amor al dinero y este solo sirve para satisfacer el ego.
Para entender los conflictos debemos identificar quienes son las partes que están en él e identificar sus intereses, lo que nos permitirá entender quiénes son aliados o enemigos, y una vez identificada las partes y su identidad, debemos enfocar la mirada en su poder económico y militar, quienes realmente determinarán el éxito o no en la resolución del conflicto.
En el mundo de hoy las dos grandes potencias económicas con casi la mitad del producto interno bruto mundial son Estados Unidos y China, mientras que en el ámbito militar lo son Rusia y Estados Unidos, seguidos muy de cerca por China, de tal manera que cuando unes a Rusia y China y lo conviertes en aliados, terminan siendo un rival importante para Estados Unidos.
En este contexto no es casual que Rusia/China compartan el mismo sistema político autoritario contrario a la democracia liberal predominante en Estados Unidos, esto pudiera explicar alguna de las causas importantes del conflicto del mundo actual.
El enfrentamiento autoritarismo/democracia es de larga data en la humanidad, hoy prevalece la democracia, pero peligrosamente amenazada por el autoritarismo, para quienes creemos en la libertad y la dignidad humana sería decepcionante ser testigos de este retroceso, los retos para la Democracia son gigantes, especialmente con todo lo relacionados a la desigualdad, de no ser corregidos a tiempo corremos el riesgo de que el autoritarismo gane la batalla.
China lo ha hecho público, para el 2050 según sus planes estratégicos desplazarán a los Estados Unidos como súper potencia mundial, la guerra de Ucrania traerá consecuencias económicas mundiales importantes, en los próximos meses y sabremos a ciencia cierta si es China o Estados Unidos el afectado o beneficiado. Sin pretender hacer comparaciones exactas la pandemia del Covid-19 ha sido lo más parecido a un conflicto mundial, dejando resultados favorables para China y no así para Estados Unidos, de tal manera que no es de extrañar que parte del impulso al conflicto ruso/ucraniano haya estado motivado por China; al día de hoy China no ha condenado la invasión rusa sobre Ucrania.
Europa en medio de este conflicto será clave para ver hacia dónde se inclina la balanza, aliados en estos momentos de Estados Unidos pero dependientes de la energía rusa y la manufactura china, tendrán un protagonismo estelar en salvaguardar la Democracia mundial, tendrán además que luchar con sus contradicciones internas y su historia belicista, el espíritu de origen de la comunidad europea deberá prevalecer y así establecer un muro de contención contra el totalitarismo.
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