Por Dirwings Arrieta
En los últimos años, Venezuela ha sido objeto de una serie de sanciones unilaterales impuestas por el gobierno de los Estados Unidos, las cuales han afectado de manera significativa la calidad de vida de millones de venezolanos y han obstaculizado el desarrollo económico y social del país.
Es por ello que en este momento crucial, es imperativo que todos los ciudadanos apoyemos de manera contundente al gobierno nacional en su exigencia de un cese definitivo de estas medidas coercitivas que atentan contra el derecho a una vida plena de la población venezolana.
Es inadmisible que se utilicen las sanciones como un instrumento de presión política, que no solo afectan al gobierno, sino que repercuten directamente en la población más vulnerable, impidiendo el acceso a bienes y servicios básicos, incluyendo alimentos, medicinas y recursos necesarios para el desarrollo de la nación. Las sanciones unilaterales son una clara violación del derecho internacional y de los principios fundamentales de respeto a la soberanía de los pueblos.
Además, es importante rechazar enérgicamente cualquier intento de injerencismo extranjero en los asuntos internos de Venezuela. La autodeterminación de los pueblos es un principio fundamental de la Carta de las Naciones Unidas y debe ser respetado por todos los países, sin importar sus diferencias ideológicas o políticas. Venezuela tiene el derecho soberano de resolver sus problemas internos sin la intervención de potencias extranjeras que buscan imponer sus intereses sobre los del pueblo venezolano.
Asimismo, es necesario denunciar y rechazar a los sectores extremistas que promueven la violencia y el caos en el país en lugar de apostar por el diálogo y la construcción de soluciones pacíficas a los desafíos que enfrenta la nación. La violencia solo genera más sufrimiento y división en la sociedad, y debemos trabajar juntos para promover la reconciliación y la convivencia pacífica entre todos los venezolanos.
En este sentido, es fundamental que como sociedad nos unamos en un solo frente para exigir el cese de las sanciones, rechazar el injerencismo extranjero y condenar la violencia como mecanismo para la resolución de conflictos. Solo a través del respeto mutuo, el diálogo y la colaboración podremos construir un futuro de paz, prosperidad y justicia para todos los venezolanos.
¡Por una Venezuela soberana y en paz, unámonos en apoyo al gobierno nacional en su lucha por la dignidad y el bienestar de nuestra nación!
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