Manejo de las emociones en la publicidad y el marketing

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1 de mayo, 2017 - 4:25 pm
Lenin Tremont Franco / Instagram: Lenin.tremont

Periodista, Trabajador Social, Docente, Máster en Educación, Doctor en Ciencias Pedagógicas, experto en Opinión Pública y Percepción del Mensaje, Asesor especialista en diseño e implementación de campañas comunicacionales

Al mundo lo mueven la emociones, quien las controla tiene el poder, los políticos, las marcas, los productos o empresas no son nada si no llegan al corazón, que no está en el pecho sino en nuestro cerebro, donde apelan a las sensaciones y percepciones que activan conductas.

Las personas somos pura emoción y las campañas políticas o comerciales se basan en activar sentimientos que genere cercanía y aumente la posibilidad de ganar militantes, electores, consumidores, usuarios o simplemente clientes.

Lograr una conexión emocional que condicione la decisión de los electores o clientes, exige ser empático, ponerse en el lugar de ellos y sentir lo que ellos sienten, el éxito está en conocerlos mejor de lo que ellos mismo se conoce.

Para conocer los anhelos de tus electores o consumidores debes hacer un perfil, escucharlos o leerlos y esto puede ser por un sondeo de opinión directo cara a cara o por teléfono,  investigando los contenidos del publico que te interesa, en las redes sociales, a través de la comunicación 2.0, que permita desarrollar estrategias comunicacionales directas que te conecten con sus frustraciones, alegrías, motivaciones, ambiciones, esperanzas y deseos, que le haga sentirse atendido y querido.

No todas las personas son iguales pero si todas tienen emociones, sentimientos, experiencias, memoria e intereses que una vez que se descubren, se obtiene el código de la empatía y se puede satisfacer sus necesidades incumplidas.

En nuestro cerebro existen unas células llamadas neuronas espejo que activan una respuesta o conducta, cuando se observa una acción e incluso cuando se hace una representación mental de la misma.

Estas neuronas espejo no distinguen entre si se hace la acción, si se observa o se le imagina mentalmente, por ejemplo usted está concentrado observando una pelea de boxeo y cada vez que se golpean, usted se mueve, se estremece o grita, como si el boxeador fuese usted, allí en el plano subconsciente, gracias a esta neurona, pensó que era golpeado o golpeaba.

Las neuronas espejo trabajan en el plano subconsciente y aquellas personas que perciben las imágenes, los sonidos o los escritos, lo siente o experimentan como propios y los mismos influyen en nuestros comportamientos.

Cuando por medio de imágenes, testimonias, sonidos, palabras o colores, se transmite un mensaje negativo relacionado con la violencia, frustración, desesperanza o positivo como la alegría, tranquilidad, seguridad y satisfacción, nuestro cerebro es capaz de involucrarse activamente en esas acciones, sensaciones y emociones, que a pesar de ser llevadas a cabo por otra persona terminan contagiándonos.

El marketing o la publicidad con énfasis en lo emocional no se fundamentan en la razón, ni el argumento lógico, sino en los sentimientos que detona y espera que decidan su preferencia, sus acciones pueden basarse en despertar demonios invocando a la violencia o ángeles para despertar consciencia e inspirar felicidad.

A los electores o consumidores hay que involucrarlos en el mensaje, que ellos se vean y reconozcan allí en la imagen, la palabra y la voz, así se conectarán emocionalmente con el candidato, la marca, el producto o el servicio. Busque a un experto en área comunicacional y logre sus objetivos.

Periodista, Trabajador Social, Docente, Máster en Educación, Doctor en Ciencias Pedagógicas, experto en Opinión Pública y Percepción del Mensaje, Asesor especialista en diseño e implementación de campañas comunicacionales.

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