Opinión

La insólita entrega de droga de Panamá a EE. UU. y las lecciones que Guaidó le quiere dar a Petro

Gian Carlo Di Martino
14 de septiembre, 2022 - 10:39 am
Gian Carlo Di Martino
Por Gian Carlo Di Martino

 

Postrecitos de Huevos Chimbos

1.- El atentado contra Cristina Fernández de Kirchner… Hay varias formas de convertirse en magnicida. Tenemos los que planean los hechos sin llenarse de sangre, los que ejecutan la acción con sus propias manos, los que ven y hacen silencio, y los que reaccionan como los miserables que calificaron de mentira o teatro el atentado en contra de la valiente vicepresidenta de Argentina. Y estos últimos son los más cobardes, los que actúan de una forma enérgica, vigorosa, pero con la garganta o sobre las teclas de una computadora.

 

2.- La mano invisible de los gringos en Chile… Desconozco cuando quedará al descubierto la participación del imperio estadounidense, en la derrota que sufrió la consulta sobre la nueva Constitución que propuso el presidente Gabriel Boric, pero de que tienen las manos metidas, las tienen metidas. De eso no debe haber la menor duda.

La derecha fascista con los genocidas del norte a la cabeza, nunca van a dejar de conspirar en el mundo.
Esos criminales son así. Comienzan actuando solapadamente, hasta que se desatan a declarar públicamente la forma de conspirar en contra de otros países a manera de hazaña, así como contaban los halcones del psicópata Donald Trump su participación y coordinación en los golpes de estado en Venezuela.

No creo en izquierdas blandengues. De todas maneras, para que un presidente esté bien con los norteamericanos, debe ganar y de inmediato entregarles el país. Los gringos no creen en medias tintas. Es el país entero o nada. O son de derecha o no están con ellos.

Cuando observo esta situación, recuerdo la célebre frase del Che Guevara: «A los gringos ni un tantico así», por eso creo que los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Pedro Castillo (Perú) y Gabriel Boric (Chile), les entregaron ese tantico a los gringos. Y ahí los tienen pasando grandes aprietos.

 

3.- Los ataques al presidente Gustavo Petro… Desde que el mandatario neogranadino asumió el poder, no ha hecho más que enfilar su gobierno en beneficio de los más necesitados y llamar a la paz. En Colombia es hora de que paren esa guerra absurda que solo produce muertos, y creo que con Petro tienen una valiosa oportunidad. Lo contrario sería matarse toda la vida.

Lamentablemente no cesan los atentados. Y los responsables obviamente son esos oligarcas enemigos de la paz, los que siempre se han opuesto al diálogo arrodillados al imperio norteamericano. Estos son principalmente los paramilitares al servicio del pedófilo Andrés Pastrana, Alvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos, Iván Duque, en fin…

Por cierto, son los mismos que manipulan a la opinión pública mediante la canalla mediática, y que actúan en complicidad con los hampones venezolanos Leopoldo López, Juan Guaidó, Julio Borges, los hermanos Guanipa, Manuel Rosales, entre otros bandidos, en la conspiración y la desestabilización contra Venezuela.

 

4.- Se desmoronan los mecanismos golpistas contra la revolución bolivariana… Si a estas alturas del camino nos detenemos a mirar hacia atrás, nos damos cuenta de que todos esos aparatajes que creó la derecha fascista para destruir la revolución bolivariana, les ha ocurrido como un castillo de arena arrasados por las olas a la orilla del mar.

Del Grupo (Cartel) de Lima no queda ni la sombra, pese a que estaban tutelados por los genocidas del imperio gringo. Lo integraban unos 19 países, tomando en cuenta que después del golpe de estado a Evo Morales, se sumó Bolivia con la conspiradora Jeannine Añez.

Igual ocurre con el llamado G-4, un grupo conformado por las bandas terroristas Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y la Acción Democrática del malandro Henry Ramos Allup. Ya no llegan ni a G-1. Son la nada. Se odian entre ellos. En cualquier momento los golpistas Julio Borges, Tomás Guanipa, Juan Pablo Guanipa, Manuel Rosales, Henry Ramos Allup, entre otros delincuentes, toman las sillas que le arrojan a Guaidó y se las lanzan entre ellos mismos donde se encuentren.

5.- El toro venezolano… El embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, conversó con el medio colombiano El Tiempo, y aseguró que para el presidente Gustavo Petro, el «toro» más grande será Venezuela por múltiples temas como el narcotráfico, la frontera, las relaciones comerciales.

Pero afortunadamente ese «toro» en la Patria de Bolívar cuenta con un presidente como Nicolás Maduro Moros, quien no sólo ha trabajado por el bienestar de los venezolanos, sino por los miles de colombianos que se encuentran en nuestro país y que, pese a la crisis económica, permanecen con nosotros.

Fueron muchas las veces que el presidente Maduro llamó al narcoparaco Iván Duque a que reflexionara, a que desistiera de sus acciones golpistas, pero ese criminal nunca abandonó el plan desestabilizador que le impusieron los gringos, una acción que profirió graves sufrimientos a los venezolanos y a los colombianos, tanto en su tierra como en la nuestra.

 

6.- La tirria del imperio gringo contra Venezuela… Continuando con la entrega de droga de Panamá a los EE. UU., me viene a la mente la aversión, el odio y el plan golpista del imperio gringo al gobierno liderado por el presidente de la Paz, Nicolás Maduro Moros.

Veo que, mientras en Panamá decomisan la droga y se la embalan, en Venezuela les derriban los narcoaviones provenientes de Colombia. Ya han derribado 26 en lo que va de 2022. De allí el ensañamiento de los gringos en contra de Venezuela que, obviamente, les tumba el gran negocio.

Lo mismo ocurre con el discurso que al respecto emplea la canalla mediática para los incautos en el mundo. Sin ningún desparpajo quieren inculcar que los países que registran el mayor tráfico y consumo de drogas, son los que combaten el narcotráfico, en tanto Venezuela que les derriba las aeronaves con la diabólica mercancía, la califican, incluso, como narcoestado.

Es evidente que EE. UU., con la DEA no está a favor del combate al narcotráfico, sino más bien de promoverlo, aunque por debajo e’ cuerda intenten hacer ver lo contrario… En el negocio de la droga se mueven muchos intereses, los más insospechados negocios y cualquier cantidad de dólares.

 

7.- La droga de Iván Duque… De esa entrega de droga que hizo Panamá a EE. UU., igualmente se desprende que el imperio norteamericano podría estar sondeando nuevos mecanismos y otras vías para mantener el inventario, partiendo de que ya no tiene la influencia ni el apoyo de ese narcoparaco en la presidencia de Colombia.

No es nada nuevo la vinculación de Iván Duque con el mundillo del narcotráfico, de hecho, su canciller y vicepresidenta fue Marta Lucía Ramírez, una conocida mafiosa implicada en muchos negocios de droga con su esposo, Alvaro Rincón.

Además, Colombia, los gringos y el mundo, saben que ese hampón llegó al Palacio de Nariño con votos comprados al narcotráfico a través de Alvaro Uribe Vélez, pana burda del legendario bandido, Pablo Escobar Gaviria.

Sin embargo, fuera de la Presidencia, no desestimo que los EE. UU. muevan sus tentáculos por otro lado previendo reponer la droga que posiblemente Duque sin poder no les podría garantizar.

 

La insólita entrega de droga de Panamá a EE. UU.

Detalles como este al que me voy a referir, muchas veces se pasan por alto sin percatarnos de que en el contexto de la geopolítica tienen un trasfondo mundial inmenso.

Hago alusión a la entrega de 41 toneladas de droga que le hizo el gobierno de Panamá al de EE. UU., para que les hiciera el favor de incinerárselas.

Los voceros del istmo justifican la insólita acción diciendo que su país es ecologista, de negativo carbono, y que aparte de que no tienen incinerador, le sale muy caro quemar la droga: traslado, pago de horas hombre, pago de equipos.

Según expresó el mismo portavoz panameño, los gringos se llevaron 41 toneladas, pero les prometieron que vienen por más, porque ellos decomisan unas 12 toneladas mensuales.

Ahora, camarada lector, camarada lectora, observen que después del traspaso de la droga que le hace Panamá a EE. UU., se le pierde la pista al cargamento. ¿Y ustedes han visto alguna vez en Norteamérica una incineración de droga decomisada por la DEA? Yo no.

No se puede descartar, en consecuencia, que esas transferencias de droga que hacen «legalmente» a los EE. UU.  formen parte del oscuro negocio internacional del narcotráfico, por cuanto, aparte de que en Norteamérica no se ven las quemas de estupefacientes y psicotrópicos decomisados, tampoco se sabe del desmantelamiento de algún cartel de narcos, que los debe haber y mucho, siendo que los gringos son uno de los mayores consumidores del mundo.

Y es que, si uno profundiza en tal situación, cae en cuenta de que el imperio más criminal del orbe, a través de la DEA, tiene o pretende mantener el control en el planeta de los carteles y del tráfico de todo tipo de drogas.

Me explico. La DEA es un cartel de carteles, cuyo objetivo debería ser el combate y la erradicación del narcotráfico internacional, sin embargo, lo que hace es dirigir o pretender dominar las mafias que operan en otros países de acuerdo con sus siniestros intereses, por eso, entre otras causas, nunca se acaba ese perverso comercio internacional.

 

Las lecciones que Guaidó le quiere dar a Petro

Este megaladrón no conoce ni el desprecio, bueno, que para eso se debe tener, aunque sea, una pizca de dignidad de la que evidentemente carece ese delincuente.

Solo le falta hacer señales de humo para llamar la atención del presidente colombiano, Gustavo Petro, pero bien sabemos que el mandatario neogranadino está ocupado en su importante gestión de gobierno y no está para perder el tiempo con imbéciles.  Además, Petro ha dicho muy claro que Guaidó es una cosa inexistente.

Todo eso lo planteo porque ese bandolero en una entrevista con Caracol Radio de Colombia, dijo que Monómeros, empresa que ese mismo bandido saqueó con el narcoparaco Iván Duque, iba a ser entregada «al régimen» de Nicolás Maduro.

Expresó que restablecer las relaciones entre Venezuela y Colombia no solo se trataba de un apretón de manos, y que para retomar el nivel de la balanza comercial entre ambos países, había que luchar por la democracia en la Patria de Bolívar, bla bla bla… ¿Le quiere dar lecciones de gobierno a Petro?

Aunque en realidad no es Guaidó, antes de seguir debo aclarar que este forajido no tiene cabeza para darle lecciones a alguien, salvo que sea sobre robar, y tampoco tiene argumentos para enfrentar a la prensa, y las veces que lo ha hecho ante periodistas imparciales, se convierte en el hazmerreir del mundo.

Detrás de las declaraciones y discursos de ese ladrón, generalmente se encuentra el sicario de la información, Alberto Federico Ravell, quien no me extraña que ya forme parte del equipo de los periódicos oligarcas de Colombia. Es un experto sembrando odio y promoviendo golpes de estado a través de la prensa.

Durante esa declaración de Guaidó a Caracol Radio, Ravell, en alguna parte pudo haber estado mirándolo fijamente, abriéndole los ojos, levantándole una ceja, frunciéndole los labios, haciéndole más señas que un catchers.

¿Usted camarada lector, camarada lectora, recuerdan la vez que Guaidó le dijo a la periodista colombiana Vicky Dávila que no le podía mostrar la oficina presidencial porque la tenía muy «atareada»?

Primero él no tiene despacho presidencial debido a que no es presidente.  El despacho presidencial de Venezuela lo ocupa Nicolás Maduro; ahora, lo segundo, pudo haber sido, que a su lado se encontraba el mafioso de Ravell y no quería que lo vieran.

 

 

 

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