¿Existe la democracia verdadera?

9 de marzo, 2015 - 4:05 pm
Redacción Diario Qué Pasa

La democracia verdadera como producto humano no existe. La misma es perfectible y siempre existirá un ideal de democracia perfecta.

En la polis griega, se concebía la democracia según la concepción etimológica: Demos: pueblo y Kratos: gobierno, es decir, gobierno del pueblo. En su aplicación se excluían del goce de derechos a las mujeres, esclavos y extranjeros; el gobierno «democrático» era ejercido por los nobles (patricios) quienes disfrutaban de todos los derechos, es decir, eran los amos del poder.

Abrahán Lincoln    definió la democracia como «el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo». Pienso, sin embargo, que la democracia como «gobierno del pueblo» no ha alcanzado los niveles de democratización por cuanto sus beneficios y derechos no están al alcance de todo el pueblo a pesar que dicho sistema ha alcanzado un nivel universal.

Pero hoy, como ayer en Atenas y Roma la democracia nunca ha llegado a parecerse en su totalidad a sus formulaciones teóricas ideales, ni en la organización del estado, ni en las instituciones establecidas, lo que nos demuestra las dificultades y tropiezos que se presentan en la construcción del camino de una verdadera, real y auténtica democracia.

No se ha llegado a la cumbre de la democracia política en ningún lugar del mundo.

En la URSS como consecuencia de la revolución de octubre de 1917 se estructuró una sociedad que gozó durante 72 años de una democracia social no así de una democracia política.

En el sistema soviético todos los ciudadanos estaban protegidos por el estado socialista en cada una de sus necesidades especialmente las relacionadas con la salud, la seguridad, la educación y la cultura, pero no así en lo referente a la libertad como esencia de la vida del hombre.

En el plano político en la URSS se construyó una realidad distinta, que motivó su derrumbe en 1989 dejando muerta la esperanza de liberación mundial que se idealizó con el triunfo de la Revolución Bolchevique.

En los Estados Unidos la democracia es manejada por la concentración del poder privado.

El poder ha gravitado en los gigantes corporativos norteamericanos quienes lo ejercen en sociedad con el gobierno.

¿Por qué creemos que desde el punto de vista político no existe a nivel mundial una democracia verdadera?

La democracia como «gobierno del pueblo» tiene su talón de Aquiles, en los partidos, los sindicatos, en las asociaciones comerciales y empresariales, en las que la democratización plena se convierte en una impostura donde la legitimidad de todos sus actos está ausente, siendo ostensible y se presenta en forma clara en los procesos eleccionarios para escoger sus autoridades, dándose el caso que en muchos organismos de los citados se transforman por esta vía en antidemocráticos, convirtiendo la democracia de los mismos en ilusoria.

En la situación de procesos eleccionarios  la propaganda, el proselitismo y el manejo de cuantiosos recursos económicos son tácticas que menoscaban la dignidad de la política democrática elevando tales actividades al nivel clientelar y cretinismo que atenta contra la mayoría, privando por tales acciones «políticas» el cortoplacismo, la mediocridad y el voluntarismo instalados en las cúpulas dirigentes de los organismos.

La practica referida a la elección de autoridades evidencia en forma clara que la igualdad política que debe prevalecer no es seguida por la autoridad democrática.

Desde esta perspectiva la autoridad democrática coloca los objetivos de su grupo, por encima de los intereses colectivos e impide de esta manera que los de la mayoría se alcancen sobre la base de la igualdad.

En tal sentido la forma más perfecta de la democracia se expresa dentro del conjunto de un colectivo cualquiera que sea permitiendo la igualdad de oportunidades y participación en todas las decisiones y procesos que atañen a cada decisión vital.

Hay que evitar las perversiones para que la democracia sea verdadera.

En Venezuela se hacen esfuerzos de igualdad y participación en la búsqueda y construcción de una democracia verdadera.

* Profesor titular de LUZ.

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