Hombres e ideas del petróleo venezolano (III)

22 de diciembre, 2013 - 1:59 pm
Redacción Diario Qué Pasa

La participación decidida y decisiva de Manuel R. Egaña en la redacción de la Ley del Impuesto Sobre La Renta de 1942 y la Ley de Hidrocarburos de 1943, son expresión, en buena medida, de los principios de política petrolera plasmados en la Memoria de 1939 del Ministerio de Fomento, ante el Congreso Nacional. Son diez principios que señalamos y comentamos a continuación:

1. «Buscar solución al problema jurídico de las concesiones producto de la ignorancia en esta materia, con respeto a los derechos adquiridos en la búsqueda de beneficios justos para la Nación». Venezuela otorgó desde 1909-1910 numerosas concesiones sin un criterio jurídico uniforme, por lo que era necesario establecer un criterio único en su otorgamiento.

2. «Corregir situaciones jurídicas incorrectas preferiblemente por la vía de la negociación y no por la judicial». Habían surgido innumerables controversias con las concesionarias por el abuso de estas en las numerosas prerrogativas otorgadas por la nación.

3. «Hacer efectivos cualesquiera derechos causados y no pagados en materia de actividades petroleras». En efecto, las petroleras violentaban indiscriminadamente las obligaciones contraídas en materia de impuestos de explotación, de aduana, tanto de importación como de exportación,  de realización, etcétera.

4. «Manejar el criterio de que las exoneraciones de derechos de importación tienen causas y límites estrictamente económicas y que deben ser progresivamente revisadas en la medida que la industria se fortalezca y comiencen a producirse en el país los renglones que se importan». Cada vez que la Nación le hacía reclamos y revisión a las concesionarias, estas hacían uso de su poder coercitivo, diplomático y hasta jurídico para eludir las exigencias del Estado venezolano.

5. «Realizar un vigoroso esfuerzo de supervisión para conocer más a fondo las actividades de la industria y ejercer mayor control sobre sus operaciones». Sin comentarios.

6. «Hacer esfuerzos para asegurar un sano crecimiento de la industria y ejercer mayor control sobre sus operaciones».Era evidente para la época, el crecimiento anárquico de la industria, sin normas legales adecuadas que permitieran ejercer el control al que ya era el principal rubro de exportación y generador de divisas para el país, donde las concesionarias pretendían actuar a su libre albedrío. Tanto Gumercindo Torres, como Román Cárdenas, Pedro Manuel Arcaya, Alberto Adriani y Manuel R. Egaña hicieron esfuerzos desde sus posiciones gubernamentales para poner freno a tales desmanes. Poco a poco ello se fue logrando.

7. «Perseverar en el propósito de mantener las divisas petroleras a un tipo de cambio lo más cercano posible al tipo de exportación oro».Tanto Román Cárdenas, como Alberto Adriani y Manuel R. Egaña, eran profesionales muy entendidos en materia de política monetaria, por lo que hicieron énfasis en controlar el flujo de divisas a su mejor nivel y en equilibrio con el crecimiento económico del país. Ya para 1932 se había pagado el total de la deuda externa del país y estábamos solventes en esta materia, aunque los problemas sociales eran agobiantes y el campo se despoblaba paulatinamente.

8. «Estimular la reinversión de las utilidades y beneficios obtenidos con el fin de que contribuyesen con el desarrollo económico de la Nación y alentar a las empresas petroleras para que adquiriesen una mayor proporción de artículos producidos en el país». Este principio hacía honor al postulado «sembrar el petróleo», que tanto Alberto Adriani como Uslar Pietri, Juan Pablo Pérez Alfonzo y Manuel R. Egaña, entre otros ilustres venezolanos, promovían en el país.

9. «Tratar de evitar violentas fluctuaciones de los desembolsos que las empresas petroleras hagan en el país a fin de evitar su impacto negativo sobre la economía».Tanto las inversiones y gastos excesivos, como la desinversión y compras en el exterior de productos que podían ser adquiridos en el país, debían ser objeto de control para evitar desequilibrios, tanto en la balanza de pagos, como en las variables macro y microeconómicas de la Nación. Posteriores leyes van a normar esta situación, aunque siempre con la reticencia de las concesionarias.

10. «Encauzar los impuestos y derechos que gravan o pueden gravar a la industria petrolera hacia formas más simples y flexibles de tributación y posibilidad de que el Estado venezolano participe en los beneficios de ese sector con otras modalidades impositivas que eran comunes en países más avanzados» (1). Este principio va a ser recogido, tanto en la Ley del Impuesto Sobre la Renta de 1942 como en la Ley de Minas e Hidrocarburos de 1943, donde el senador Manuel R. Egaña va a tener una decisiva participación.

Ahí no se detienen los aportes de Manuel R. Egaña en materia petrolera. Al señalar la necesidad de concentrar las actividades del Ministerio de Fomento en las materias concernientes al petróleo y las inversiones petroleras, será uno  de los principales motivadores de la creación del Ministerio de Minas e Hidrocarburos, lo cual se va a concretar en 1951. La creación del Instituto de Investigaciones Petroleras se producirá de manera conjunta con la nacionalización de la industria petrolera en 1975.

Otras actividades de primer orden desarrollará durante su longeva vida el doctor Egaña; fue el planificador de la primera misión venezolana al Medio Oriente, y gestor, al lado de Juan Pablo Pérez Alfonzo, de las acciones que dieron origen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).

(1)Luis Xavier Grisanti, 2009, Manuel R. Egaña, biografía; ediciones Bancaribe y El Nacional. Caracas.
*Tesorero de la Academia de C. Económicas del estado Zulia

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