Por Soc. Enrique Parra
Repensar la universidad o la educación universitaria desde nuevas estrategias, modalidades y objetivos en el marco de todos los conflictos, desigualdades e intereses geopolíticos dominantes pasa inexorablemente por preguntarse, en que tipo de sociedad y con que perspectiva de crecimiento humano debe desarrollarse la acción pedagógica autónoma y crítica capaz de definir y concebir un nuevo proyecto de convivencia, que soporte el avance sociopolítico, científico y tecnológico del orden social.
Se trata entonces, de asumir con audacia e inteligencia la producción del conocimiento científico, como la reflexión crítica sobre las finalidades y estrategias que orienten las diferentes prácticas pedagógicas, develadoras de la conflictividad sociopolítica propia de las sociedades Latinoamericanas, en el marco geopolítico actual.
La universidad silente, indiferente, conformista y acrítica resulta desprovista de respuestas a las urgencias histórico políticas, que le impone su razón política, social y cultural. Tal anomia a conducido a la universidad – particularmente en Venezuela – a la desestima del pensar y del acto educativo en general.
Tal situación de la universidad anquilosada y desesperanzada permea los diversos campos epistemológicos, sus concurrentes prácticas docentes y desvirtúa su pertinencia con el entorno social cultural, factores determinantes en la praxis de la educación universitaria ductora de la comprensión y transformación de la complejidad social.
La universidad como el espacio por excelencia de la reflexión crítica, abierta y proyectiva debe abordarse como el escenario para privilegiar la pluralidad de los discursos científicos y prácticas pedagógicas acerca de los valores y de la sociedad para los cuales se quiere educar.
Tal desafío sigue siendo hoy por hoy, el reto humanista de la sapienza y la ética aplicada de las elites de poder de las naciones, de los gobiernos y de los pueblos organizados en la inaplazabe construcción permanente del hombre nuevo, cimentado en la nueva sociedad: paz, democracia, justicia política, trabajo y bienestar colectivo.
ENTREVEO N° 136
Maracaibo, 22/06/2025
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