Por el Soc. Enrique Parra
La teoría de la soberanía popular se constituye como un poder político, que históricamente emergió para el establecimiento de un nuevo orden estatal y determinar la forma de ejercer el poder del Estado democratico liberal, frente al absolutismo.
Es así como el principio moral y político de soberanía popular, implica necesariamente el poder constituyente del pueblo, como antípoda del Estado absolutista.
El acontecer historico del debate revolucionario de las ideas del espíritu de la filosofía política, en los clásicos de la modernidad y materializadas éstas por las revoluciones burguesas, logra alcanzar el más transcendental hecho político del movimiento renacentista: la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, que en su artículo 3º sostiene: «El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación. Ninguna corporación o estamento, ningún individuo puede ejercer autoridad que no emane expresamente de ella».
En consecuencia, la trascendencia sociopolítica de la soberanía popular es fundamentalisima, como poder político del pueblo constituyente, como fundamento del orden estatal democrático y como principio esencial de la dogmática constitucional.
De modo que el caracter democratico de la Revolucion Bolivariana, quedó preceptuado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su Artículo 5: «la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta constitución y en la Ley, e indirectamente mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el poder público».
A propósito de lo expuesto resulta alarmante, que en el desarrollo de la coyuntura electoral presidencial en Venezuela, la promoción de una candidatura como la del sr. Edmundo González, transcurra con la actuación de la sra. Maria Machado como contrafigura o contracara del candidato, protagonizando actos de campaña electoral en calles del país y mostrándose en los hechos como candidata legalmente inscrita en el CNE.
En esa circunstancia, dicha sra. se hace notoria en concentraciones callejeras como oradora central, pidiendo a los participantes votar por el Sr. Edmundo González, para cuyos efectos muestra un afiche del ciudadano ante su ausencia, resultando una acción electoral cuando menos inusitada y confirmatorio de un comportamiento político electoral irregular y sospechoso.
Además la Sra. Machado, cual usurpadora, desarrolla una campaña electoral por un candidato que dice públicamente que no es candidato, que no hará campaña electoral y que los votos y el liderazgo lo posee la Sra. Machado, que no es candidata debido a su situación jurídica de inhabilitada.
Cabe entonces preguntarse, qué pasaría si el sr. González gana las elecciones:
- ¿ejercería como presidente desde todas sus facultades físicas e intelectuales dada su deteriorada ancianidad?
- ¿Qué papel desempeñaría la sra. Machado en un eventual gobierno de González?
- ¿Habrá oculto un plan antidemocrático para que finalmente el sr. González no ejerza la presidencia de la República?
- ¿Estará en ciernes un fraude a la imponderable soberanía popular para que finalmente la sra. Machado, mediante oferta electoral engañosa y fraudulenta logre asirse a la presidencia de la república?
Es indudable que cualquier trama inescrupulosa está en evolución, tal como se observa notoria y públicamente con la distorsionada campaña electoral, del candidato de la pud y el protagonismo suspicaz de la sra. Machado.
Tal desenvolvimiento político electoral advierte con claridad, la decisión premeditada de vulnerar la soberanía popular, mediante el desarrollo de una perversa estrategia electoral, urdida por agentes extranjeros y personeros de la pud, con la connivencia de la ciudadana María Corina Machado Parisca, apuntalada por la injerencia de la Casa Blanca.
La descrita presunción, en el marco de las elecciones presidenciales del próximo del 28 de julio del año en curso, impone la necesidad de que los organismos competentes de los poderes públicos nacionales correspondientes, inicien la investigación de rigor para prevenir el desenlace de un aberrante delito político, contra el Orden Democrático en Venezuela, como sería la vulneración y fraude a la soberanía popular.
ENTREVEO N° 111
Maracaibo, 16/05/2024
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