ENTREVEO

30 de enero, 2017 - 8:13 am
Soc. Enrique Parra / [email protected]

Dirigencia oposicionista en Venezuela sobredimensiona equivocadamente su avance electoral, sin lugar a duda registrable, pero, progreso enclenque, desvanecido porque adolece de solvencia organizativa, carece de autentico compromiso popular, no está sustentado por liderazgos claramente reconocidos por sus copartidarios, además de; pretender utilizar tal mejoría política para despropósitos político-estratégicos, determinados por su cometido azaroso de asirse al poder. Dichos fundamentos se constituyen entre otros, en la causalidad de las contundentes y recurrentes derrotas políticas asestadas a la mud, que en la actual dinámica sociopolítica venezolana, facturan  merma del saldo electoral obtenido, en diciembre 2015.

Asimismo observo, que el movimiento Revolucionario Bolivariano ha disminuido lealtades más que políticas, electorales, lo que le permite preservar una determinante fuerza popular estructuralmente organizada, movilizada y con liderazgos claramente acatados.  Movimiento activado, que funciona como égida disuasiva de amagos extraconstitucionales de sectores reaccionarios, además de, contribuir al progresivo y continuo reimpulso político-organizativo de las fuerzas Revolucionarias, Bolivarianas y Chavistas.

Esta lectura política explica en buena medida, la recuperación irrebatible político-institucional del Gobierno Bolivariano, así como, el posicionamiento político-organizativo del Psuv y del Gran Polo Patriótico en las expectativas y esperanzas del movimiento popular; frente al coyuntural avance electoral y la conquista de la mayoría en el Parlamento Nacional, alcanzado por la mud.

Ahora bien, la incontrastable victoria Revolucionaria en la tortuosa agonística política, a lo largo del 2016, no ha mitigado el compromiso del Gobierno Bolivariano y su Presidente Nicolás Maduro en promover, defender y profundizar el diálogo nacional, democrático y participativo en aras de acerar la paz político-institucional, conciliar un ambiente de dignidad, reconocimiento y respeto en la dinámica democrática del activismo político-partidista y concordar desde el disenso diseños de soluciones viables, a corto y mediano plazo, para álgidos problemas que aquejan a todos los ciudadanos. Sin que nadie enajene su ideal democrático.-  

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