Por Dirwings Arrieta
El reciente referéndum consultivo sobre el Esequibo ha demostrado la participación patriótica y cívica de más de 10 millones de venezolanos, quienes, como pueblo soberano, han legitimado y otorgado un mandato claro al Estado Venezolano para defender la integridad territorial del país.
Los resultados del referéndum muestran una aprobación por parte de la población en todas las preguntas planteadas de casi el cien por ciento.
En la primera pregunta los venezolanos rechazamos la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, demostrando la determinación por parte de la población venezolana de defender la Guayana Esequiba.
En la segunda pregunta con un si casi unánime ratificamos que solo reconocemos el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para resolver la controversia territorial. Y por lo tanto, en la pregunta tres de forma abrumadora rechazamos a la Corte Internacional de Justicia como competente para resolver la disputa territorial sobre la Guayana Esequiba.
En la pregunta cuatro rechazamos las acciones unilaterales de Guyana en el territorio del Esequibo y en la quinta y última apoyamos contundentemente la creación del estado de la Guayana Esequiba, así como a un plan acelerado para atender integralmente a la población actual y futura de ese territorio.
La participación masiva en el referéndum es un testimonio del compromiso del pueblo venezolano con la defensa de sus derechos y su territorio. Es importante destacar que el Estado venezolano tiene la responsabilidad de actuar en consonancia con este mandato popular.
Esto implica tomar medidas firmes y efectivas para garantizar la protección de los intereses nacionales en el Esequibo.
Algunos especialistas han sugerido que el Estado venezolano podría haber presentado una petición de medidas provisionales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para solicitar que Guyana detenga la explotación de los recursos en el Esequibo.
Esta acción habría sido coherente con los mecanismos legales internacionales disponibles para Venezuela. Sin embargo, es importante señalar que el referéndum consultivo también ha dejado claro que el pueblo venezolano no reconoce a la CIJ como competente para resolver la controversia sobre el Esequibo.
El único instrumento válido para la resolución de esta disputa territorial sigue siendo el Acuerdo de Ginebra, firmado entre Venezuela y el Reino Unido en 1966. Este acuerdo establece claramente que la controversia debe ser resuelta a través de medios pacíficos y negociaciones directas entre las partes involucradas. El referéndum consultivo ha reafirmado el respaldo del pueblo venezolano a este acuerdo y su rechazo a cualquier intento de resolver la disputa ante instancias internacionales que no estén contempladas en el Acuerdo de Ginebra.
El comportamiento del Estado venezolano y del gobierno debe estar en línea con este mandato popular y con las disposiciones del Acuerdo de Ginebra. Esto implica fortalecer la diplomacia y abrir espacios de diálogo con Guyana para buscar una solución negociada que respete los derechos y los intereses de ambas naciones.
Además, el Estado venezolano debe tomar todas las medidas necesarias para proteger y preservar los recursos naturales y el patrimonio cultural en el Esequibo, garantizando que no se realicen actividades que puedan comprometer la soberanía y la integridad territorial de Venezuela.
El hecho de que tantos ciudadanos hayan acudido a las urnas demuestra el compromiso que tenemos como pueblo en defender la integridad de nuestro territorio. Es un claro mensaje de respaldo al Estado venezolano y a su legítima autoridad para representarnos en asuntos tan trascendentales como este.
El resultado del referéndum no solo refuerza la legitimidad de nuestra postura, sino que también nos fortalece como nación. Nos muestra como un pueblo unido, consciente de la importancia de preservar nuestra soberanía y proteger nuestros intereses.
Es necesario destacar que esta consulta no es un acto aislado, sino parte de una estrategia integral para buscar soluciones pacíficas y diplomáticas en relación al Esequibo.
Nuestra intención siempre ha sido encontrar vías de diálogo y entendimiento, respetando el derecho internacional y buscando acuerdos justos para ambas partes.
¡Hagamos patria juntos!
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