Opinión

El «Papa» Donald Trump y lo que hace de Bukele un criminal tan peligroso

Gian Carlo Di Martino
19 de mayo, 2025 - 10:50 am
Gian Carlo Di Martino

Por Gian Carlo Di Martino

El «Papa» Donald Trump …

Nada que haga el inquilino de la Casa Blanca se puede ver con ingenuidad. Detrás de cada uno de los movimientos que hace el magnate presidente hay un perverso trasfondo.

Para mí, en esa burla al catolicismo vestido de Santo Padre, primero, trató de agradar a sus simpatizantes que lo ven como un Dios, con una adoración tan grande y profunda que no les importa si pertenecen a esta u otra religión. Es Trump. Nuestro «Señor». Y punto.

De hecho, no he visto a ningún fascista fijando posición y pidiendo respeto para los católicos. Les hablo de Leopoldo López, María Corina Machado, Edmundo González Urrutia, Julio Borges, Lester Toledo, David Smolansky, Capriles Radonski, Antonio Ledezma, Emmanuel Rincón, Amalio Graterol, Orlando Avendaño, César Moya, Napoleón Bravo, Miguel Angel Rodríguez, Gladys Rodríguez, Nitu Pérez Osuna.

También de Carla Angola, Sebastiana Barráez, Marianella Salazar, Daniel Noboa, Nayib Bukele, Gabriel Boric, Vlodimir Zelenski, Benjamín Netanyahu, y paremos de contar, hay que reconocer que son unos cuantos los que le prenden una vela a «San Trump».

Imagino lo que hubiese ocurrido si es el presidente Nicolás Maduro quien sale en una foto vestido de Papa. ¡Fin de mundo!

Segundo, no tengo dudas de que Trump quiere transmitirle al planeta, que él es más poderoso que el Papa y el Vaticano en pleno, que no le interesa lo que piense, diga, haga, quiera, desayune, almuerce y cene, el nuevo Sumo Pontífice, León XIV, de quien tenemos grandes expectativas en lo que se refiere a la defensa de los pueblos oprimidos del mundo, muy lejos de ser un bastión de imperios genocidas como el gringo.

Trump juega a verse dueño del planeta entero. Se comporta y suelta sus palabras, dando la sensación de que es un ser superior, que está por encima de toda la raza humana, incluso de Dios.

Aunque esa posición del mandatario pelo naranja, más que una conducta de valientes, también se puede ver como un proceder de cobardes, de hombres que ocultan su miedo con bravuconadas y amenazas.

Pero este es un tema para expertos, de todas maneras, EEUU sigue siendo una potencia bélica conducida por los más crueles asesinos, no obstante, en lo que respecta al campo geoeconómico, los hermanos chinos les tienen el pie en el cuello, de allí, su titubeo, después que le clavó los astronómicos aranceles al Gigante Asiático.

El ministro Diosdado Cabello dijo que a Trump, con esa agresión y el incremento de aranceles a China, le sucedió como al osado que se le ocurre meterse a pelear con un elefante bravo en un estrecho cuarto de 4×4 metros. Y tiene razón. Imposible salir sano.

Lo que hace de Bukele un criminal tan peligroso

Uno observa al presidente Donald Trump, y de una vez se da cuenta de que está en presencia de una persona sin escrúpulos, sin alma, sin corazón.

Lo mismo ocurre con la «Zelenski venezolana». A esa delincuente se le ve por encimita su condición criminal, sus ansias de destrucción, de perversión. Además, protagoniza unas farsas tan impresionantes, que ni los actores de cine, televisión, teatro; ni Héctor Manrique, pues, que la ama tanto. El odio y la frustración tras sus fracasos en la política, le vaciaron el alma.

En cambio, Nayib Bukele, como todo buen mafioso sangre fría, hizo una trampa de su imagen; se las ingenió para mantener una apariencia pulcra, decente, usando un vocabulario y comportamiento de persona amable y honesta, con la que, lamentablemente, sigue engañando a mucha gente.

Pero es un criminal de alto vuelo, capaz de llegar a la presidencia de El Salvador, e incluir dentro de los recursos económicos y financieros, que todo país debe poseer para mantenerse, el narcotráfico y la renta que le genera recluir presos de otras naciones en sus mazmorras de torturas.

Bukele es tan rufián, que llegó a la desfachatez de convertir a su familia en una sólida empresa de la mafia y el narcotráfico. Allí tiene un enorme parecido con el ladrón Juan Guaidó, quien, con pinta de muchacho sano e ingenuo, hizo millonarios a su padre, hermano, y otros parientes, sustrayendo el dinero de los activos de Venezuela en el exterior.

Cualquiera que veía a Guaidó,  no imaginaba que se trataba de un inmenso corrupto, que robaba desde muy temprana edad; cuando trabajaba en una tienda de computadoras -la única vez que trabajó en su vida-, hurtaba los pendrives.

Así ocurrió con Bukele. Por supuesto, a mí nunca me engañó, pero cuando vendió que acabó con las mafias y saneó El Salvador, recibió muchos elogios, hasta que se descubrió que todo era una treta milimétricamente planificada.

Y, ciertamente, acabó con uno que otro delincuente de poca monta, pero las pandillas de envergadura no las eliminó, las controló para quedarse él con su familia al frente de las operaciones delictivas que van del interior de su país al ámbito internacional. Hablo del robo al erario nacional, del narcotráfico y la trata de seres humanos.

Ahora, cuando detallo la condición hamponil de ese violador serial, sepan que no estoy especulando, observen que, por un lado, es público que albergó a 250 migrantes venezolanos con la falsedad de que son del «Tren de Aragua» y, por otro, su propia hermana, Karla Bukele, lo acusa de narcotraficante. Y los que no lo señalan es porque están metidos hasta el cuello en las triquiñuelas gansteriles de ese esclavista.

Postrecitos de Huevos Chimbos

1.- Llegó Maikelys en la guacamaya ¡perdón!, en un avión de Conviasa… Qué felicidad, qué alegría ver llegar a esa pequeña de vuelta a su casa, aunque soy consciente de que aún hay pequeños secuestrados en EEUU corriendo peligro.

En el primer Gobierno del presidente Donald Trump, fueron miles las niñas y los niños sin recuperar después de ser separados de sus padres. Ni siquiera quiero imaginar el dolor de perder un hijo o una hija sabiendo que está vivo en otro país.

Ahora, con el rescate de Maikelys Espinoza, a quién, alegre, no se le puso el corazón del tamaño de una pasita, bueno, sí hay gente: la «Zelenski venezolana» y Magalli Meda, entre otras, y otros hampones de la oposición terrorista venezolana, que deseaban que siguiera plagiada en el norte, para que continuara el sufrimiento de la madre Yorely Bernal y toda su familia.

No ahondaré en lo que vieron y sintieron los venezolanos y venezolanas, sólo permítanme hacerles algunas preguntas: ¿Quién miente y quién no miente? ¿Quién cumple y quién no cumple? ¿Quién ignoró el secuestro de Maikelys y quién prometió que la rescataría y se la entregaría a su mamá? Concédanme entonces el placer de escribir en mayúscula, el nombre de quien juró ante el pueblo y el mundo, que la traería de regreso más temprano que tarde: NICOLAS MADURO MOROS.

2.-Venezuela, China, Rusia o, al revés. El orden de los países no altera las relaciones de amistades sinceras… Es muy difícil sintetizar en pocas palabras las acciones de un presidente de la envergadura de Nicolás Maduro Moros, un hombre dinámico, incansable; un líder, un amigo, un campeón de la paz y la diplomacia, reunidos en Moscú con otros mandatarios, honrando un solo objetivo: el desarrollo del nuevo mundo multipolar, pluripolar y multicéntrico, que se traduce en hermandad, solidaridad, equidad, justicia social y económica.

Un mundo que deja atrás el neocolonialismo, una aberración en pleno siglo XXI que va en contraposición al nazi fascismo que un imperio genocida como el de EEUU quiere imponer en el planeta, masacrando a los pueblos oprimidos.

El presidente Maduro señaló que tiene el apoyo de los presidentes de Rusia, Vladimir Putin y, el de China, Xi Jinping, en el ámbito tecnológico, científico, agroindustrial, turístico, cultural, de defensa militar, en todas las áreas de producción.

Lo más increíble de esos encuentros estriba en que los dignatarios de esas dos grandes potencias, conocen y estudian el plan de las Siete Transformaciones (7T), un proyecto autóctono, que creó nuestro máximo líder revolucionario inspirado en las directrices trazadas por Chávez y, como tal, es un programa por y para el pueblo, en el que la gente se perfila como la dueña de su bienestar, de su destino, de su propio desarrollo.

3.- ¿Recuerdan las medicinas que nos negaba Trump?… En el marco de las 7T, el presidente Nicolás Maduro dijo antes de viajar a Rusia: «90% de los productos farmacéuticos son hechos en Venezuela y yo fijo una meta de llegar a 100%; Venezuela tiene la capacidad tecnológica, científica e industrial para hacerlo, y lo estamos haciendo, que es lo más importante, en una gran alianza empresarial, laboral, que va funcionando muy bien».

Relacionado con eso, la Cámara de la Industria Farmacéutica informó que en los expendios de medicinas del país se distribuyeron unos 28,03 millones de fármacos, en comparación con el mismo mes del año pasado que se repartieron 24,53 millones.

4.- Potencial azucarero… En nuestra patria nadie se queda rezagado.  Pese a ser imposible endulzar a los amargados terroristas criollos, la Federación Nacional de Cañicultores de Venezuela publicó que la industria azucarera venezolana abastece 60% del mercado nacional. El consumo oscila entre 600 mil y 650 mil toneladas anuales, asociado a un crecimiento sostenido en los últimos 4 años.
Además de eso, se firmó un acuerdo de inversión para la modernización de tres centrales de procesamiento y la expansión de 30 mil hectáreas adicionales de cultivo de caña, con miras a seguir consolidando la agroindustria nacional.

5.- Venezuela sobre ruedas… Con la meta de hacerse del liderazgo en el campo de los SUVs (Sport Utility Vehicle en español Vehículo Deportivo Utilitario), Fiat Freedom retorna al segmento de automóviles de carga. Fiat Venezuela reactivó operaciones en enero de 2024, un año de arranque que cerró vendiendo casi 1.000 unidades, mientras que Great Wall Motor (GWM), la marca automotriz china que se instaló en el país el pasado mes de febrero, inauguró su primer concesionario en Guarenas, iniciando así el plan de expansión de su red de ventas y atención al cliente a nivel nacional. GWM tiene presencia en más de 170 países.

6.- Por si alguna duda … La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, dijo: «Hoy, los recursos energéticos y las gigantes reservas de petróleo y gas de Venezuela son del pueblo, y están al servicio del desarrollo nacional y las relaciones internacionales de cooperación justa».

Y remató ante las fanfarronerías gringas: «Lo único que se impondrá es la fuerza de la ley con quienes pretendan robar los recursos energéticos de Venezuela. El colonialismo petrolero ejercido por EEUU durante el oprobioso puntofijismo lo enterró el comandante Hugo Chávez”.

7.- Resurrección política … Siempre lo he dicho -y los hechos recientes permiten reafirmarlo-; la «Zelenski venezolana» aspiraba a continuar con el plan Guaidó 2.0, asumir el interinato, pero ella es tan inútil e incompetente que ni siquiera le llega por los tobillos a ese corrupto e incapaz fugitivo en EEUU.

Sin embargo, la criminal insiste y busca una especie de resurrección política que, para mí, resultó develada mediante el comunicado publicado por el viejo malandro de Edmundo González Urrutia, después que supuestamente fue hospitalizado con una subida de tensión.
No voy a entrar en la discusión de que si era o no la presión arterial; en mi criterio, el núcleo del asunto es otro; ese anciano delincuente quiere colgar los guantes, abandonar su chapucería política. Viajó, bebió mucho whisky del caro, disfrutó de los mejores banquetes, pero también ha llevado palo parejo de María Corina Machado.

Tiene un problema que no le debe permitir dormir en paz, como implicar al yerno en la conspiración de la «Zelenski venezolana», y ahora su hija Mariana está sola en Caracas, porque su esposo, el tal Rafael Tudares, se encuentra preso por golpista.

Por eso, dado ese confuso panorama, husmeo que González Urrutia prepara el terreno con el fin de cederle el paso a la «Zelenski venezolana» quien, obviamente, como bien sabemos, se frota las manos esperando que muera, para inventar alguna artimaña política y autoproclamarse presidenta interina.

No extrañaría que ese viejo bandido ni siquiera haya estado hospitalizado, sino que todo se trató de una farsa, tendente a nombrarla a ella en cualquier momento vicepresidenta, renunciar así a la presidencia de mentira, para que esa bandida asuma ese hamponil entramado de supuesto interinato, con el que llevan años robando al país y estafando a los venezolanos y venezolanas.

Tampoco descarto que Edmundo González quiera negociar de nuevo, porque debe estar terriblemente arrepentido de violar los acuerdos que hizo con el Gobierno bolivariano, para seguir a la sombra de María Corina Machado.

Desde entonces, gozó mucho cuando los empresarios lo vieron como un gran proyecto conspirativo contra Venezuela, pero después de los viajes, que regresó al país europeo y se desinfló, se lo comenzó a llevar el diablo.

 

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