De acuerdo a decreto del año 1990, el entorno de la Plaza Bolívar constituye el centro histórico de Maracaibo. Esto se fundamenta básicamente en los edificios patrimoniales que allí existen y representan el desarrollo urbano del sector con huellas de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX. Vamos a sentarnos cómodos en la Plaza Bolívar, a observar cómo en este momento se está rescatando el pedestal original de la estatua ecuestre del Libertador Simón Bolívar. Aunque parece insólito en el reacondicionamiento realizado a la plaza en la década de los 70, se cubrió el pedestal con bloques, cemento y láminas de granito negro, sin darle importancia al valor patrimonial del mismo. Pronto podremos disfrutar la histórica estatua en todo su esplendor, pero vamos a aprovechar para revisar la historia de los principales edificios patrimoniales que se encuentran a su alrededor sobre las calles Venezuela (95) y Ciencias (96), con las avenidas Obispo Lazo (4) y Urdaneta (5).
Vamos a comenzar de forma cronológica con la Catedral San Pedro y San Pablo, cuya construcción data del siglo XVII, específicamente en el año 1618. El terreno fue donado por la familia de Francisco Ortiz. Fue elevada a Catedral en junio de 1897. En su interior destacan tres naves, tres capillas, torre campanario de dos niveles, un reloj en el segundo nivel y culmina con una torrecilla de cúpula. De los hechos históricos destacan el bautizo de Rafael Urdaneta y la celebración del Te Deum de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, con la asistencia de Simón Bolívar. Es obvio que la construcción de la iglesia Catedral da origen a la Plaza Mayor, que es el centro del núcleo fundamental de la ciudad colonial. Esta plaza ha sido transformada a través del tiempo. En 1867 el general Jorge Shuterland, presidente del estado Zulia, coloca una columna con la estatua de Bolívar. En 1873 es remodelada por el arquitecto Carmelo Fernández, dándole un toque europeo, por orden del presidente-
gobernador Venancio Pulgar, similar a la Plaza de la Concordia de París y colocando cuatro ninfas o muñequitas en marucho, que representaban las actividades del Estado. Es decir, industria, comercio, agricultura y navegación.
Se inaugura como Plaza Mayor de San Sebastián de la Concordia. Es a partir de 1905 cuando se bautiza como Plaza Bolívar, cuando se coloca la estatua ecuestre de Bolívar realizada por el escultor venezolano Eloy Palacios.
Pasemos ahora al siglo XVIII, y nos conseguimos con la Casa de Morales o de la Capitulación. Era la casa o residencia de los gobernantes españoles. En 1923, cuando el general realista Francisco Morales admitió la derrota en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, se firmó el acta de capitulación, quedando bautizada con el nombre actual. Es Patrimonio Nacional desde 1965. A su lado está el Palacio de Gobierno que data del siglo XIX, conocido como Palacio de las Águilas o de los Cóndores. En 1839 funcionaba como la Casa Municipal y una cárcel. La construcción actual se inició en 1841. Se inauguró en 1868. La fiesta duró tres días y la puerta se abrió con una llave de oro. Patrimonio Nacional desde 1986. Para cerrar este siglo, tenemos también colindando el edificio del Consejo Legislativo, construido a finales del XIX y modernizado en 1929. Se construyó en ocasión de los festejos del primer centenario del Natalicio del General Rafael Urdaneta, sobre un antiguo caserón colonial llamado El Chirimoyo. Posee una fachada preciosa con elementos dóricos y neoclásicos. Posteriormente es asignada como sede de la Escuela de Artes y Oficios, donde los zulianos de la época se formaron y cultivaron la pintura y el arte. Entre ellos destacan los maestros Neptalí Rincón y Julio Árraga.
Finalmente, nos levantamos y parados en la calle Ciencia (96), vemos al siglo XX representado por los edificios de la Alcaldía de Maracaibo, con una arquitectura moderna de la mitad del siglo XX, diseñada por el arquitecto Miguel Casas Armengoll. A su lado, del mismo estilo, tenemos el majestuoso edificio del Banco Central de Venezuela inaugurado en 1976. Llegando puntual a buscarnos, nos montamos en el tranvía de Funmara 500 y damos por terminada esta sabrosa evocación de la historia urbana de Maracaibo con la cual solo queremos enamorar a los maracuchos para trabajar por la Maracaibo 2029. Contamos con vos! @funmara500.
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