«Hemos conseguido más en 43 días de lo que la mayoría de las administraciones logran en cuatro u ocho años, y no hemos hecho más que comenzar», proclamó el presidente Donald Trump
«Estados Unidos está de vuelta». Con esa frase arrancó este martes Donald Trump su primer discurso ante el Congreso desde que regresó a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero.
Flanqueado por Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, y el vicepresidente J. D. Vance en calidad de presidente del Senado, Trump aprovechó el discurso para exponer las prioridades de su mandato y repasar lo que considera ya logró su gobierno en las primeras seis semanas en el poder.
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«Hemos conseguido más en 43 días de lo que la mayoría de las administraciones logran en cuatro u ocho años, y no hemos hecho más que comenzar», proclamó el mandatario.
Durante la intervención destacó la cruzada de su gobierno contra la inmigración irregular, se jactó de haber acabado con la «venenosa teoría de la raza en las escuelas» y de haber establecido «que solo hay dos géneros».
También aseguró que EE. UU. recuperará el Canal de Panamá y que se hará con Groenlandia.
Además, subrayó que «México y Canadá tiene que hacer más» para frenar el ingreso de fentanilo en su país, y prometió aranceles «recíprocos» y recortes de impuestos.
Y lo hizo entre los aplausos acalorados de los republicanos presentes en la sesión y ante la indiferencia y la protesta de los demócratas. Un congresista demócrata de Texas, Al Green, fue expulsado de la sala por negarse a sentarse y gritar mensajes en contra de Trump.
Estas son algunas de las frases más polémicas de la noche:
1. «Vamos a conseguir Groenlandia de un modo u otro»
«Esta noche también tengo un mensaje para la increíble gente de Groenlandia», dijo Trump en un momento de su discurso.
«Apoyamos enérgicamente el derecho que tienen para determinar su futuro. Y si así lo eligen, les daremos la bienvenida a EE. UU.», prosiguió, haciéndoles un guiño a sus poco más de 56.000 habitantes, en su mayoría indígenas inuit.
La isla, la más grande del mundo, es un territorio autónomo de Dinamarca, que colonizó la región.
Y Trump sostiene que el país europeo debería renunciar a su injerencia sobre el territorio para, según sus palabras, «proteger el mundo libre».
En esa idea ahondó también este martes.
«Necesitamos a Groenlandia por seguridad nacional e incluso internacional. Estamos trabajando con todo el que está involucrado para tratar de conseguirlo. Lo necesitamos de verdad para la seguridad global y creo que vamos a lograrlo. Vamos a conseguirlo de un modo u otro», subrayó en el Capitolio.
«Los mantendremos seguros. Y los haremos ricos».
Groenlandia tiene una importancia estratégica para EE. UU., ya que se encuentra en su ruta más corta a Europa.
Además, alberga importantes reservas de minerales y petróleo.
2. «Ya es hora de que EE. UU. le declare la guerra a los carteles»
Cumpliendo con una de las tantas órdenes ejecutivas firmadas por Trump en su primer día como presidente, el 19 de febrero su gobierno incluyó en la lista de las «organizaciones terroristas extranjeras» a los carteles mexicanos.
Y a aquello volvió a hacer referencia este martes ante congresistas republicanos y demócratas.
«El territorio inmediatamente al sur de nuestra frontera está ahora dominado en su totalidad por carteles criminales que asesinan, violan, torturan y ejercen un control total. Tienen el control total de toda una nación, lo que representa una grave amenaza para nuestra seguridad nacional», dijo el mandatario.
«Los carteles están librando una guerra en EE. UU., y es hora de que EE. UU. les declare la guerra, algo que ya estamos haciendo», clamó.
En esa línea, recordó la histórica entrega que hizo México de 29 capos del narcotráfico a la Justicia estadounidense la semana pasada. «Quieren hacernos felices», aseguró. «Pero no es suficiente. México y Canadá deben hacer más», agregó.
3. «Recuperaremos el Canal de Panamá. No se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y vamos a recuperarlo»
El presidente Trump lleva semanas afirmando, sin presentar evidencia, que China opera el Canal de Panamá, construido por EE. UU. y traspasado al país centroamericano en 1999, y que quiere «recuperarlo».
Ese fue, de hecho, el principal mensaje que le llevó el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, al presidente panameño, José Raúl Mulino, cuando visitó el país centroamericano a principios de febrero.
Y era un tema que no podía faltar en el discurso con el que Trump repasó logros y estableció expectativas.
«Para reforzar aún más nuestra seguridad nacional, mi administración reclamará el Canal de Panamá; ya lo hemos empezado a hacer», expresó ante los congresistas cuando llevaba algo más de una hora dirigiéndose a ellos.
Inmediatamente después, hizo referencia a una noticia que se conoció este mismo martes: que el consorcio de inversores liderado por el gigante BlackRock acordó comprar los puertos de Balboa y Cristóbal en el Canal de Panamá que hoy por hoy pertenecen a la firma china CK Hutchison, con sede en Hong Kong.
«El Canal de Panamá fue construido por estadounidenses para estadounidenses, no para otros. Pero otros lo podrían usar (…). Pero el acuerdo se violó de forma flagrante. No se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a recuperar».
4. «Quiero que el Congreso apruebe una ley que prohíba y criminalice los cambios de sexo en niños»
Trump aseguró que la administración que encabeza está trabajando duro para «proteger a los niños de la ideología tóxica en las escuelas».
Para ilustrarlo, presentó a January Littlejohn, una madre convertida en activista antitrans, después de que su hija empezara a usar los pronombres ellos/ellas con el apoyo de su centro escolar.
«Historias como esta son la razón por la que, poco después de asumir el cargo, firmé una orden ejecutiva que prohíbe a las escuelas públicas adoctrinar a nuestros hijos con la ideología transgénero», siguió Trump.
También aseguró haber rubricado otra decisión presidencial «para cortar todos los fondos públicos a cualquier institución que se dedique a la mutilación sexual de nuestros jóvenes», añadió.
«Y ahora quiero que el Congreso apruebe una ley que prohíba y criminalice permanentemente los cambios de sexo en los niños, y que termine para siempre con la mentira de que hay niños atrapados en el cuerpo equivocado», continuó.
«Es una gran mentira. Y nuestro mensaje para cada niño en EE. UU. es que ustedes son perfectos exactamente como Dios los creó».
En otro momento del discurso se refirió a la exclusión de atletas trans en competiciones deportivas.
«Es una revolución de sentido común», aseguró el mandatario, quien también ha hecho oficiales solo dos sexos, el masculino y femenino.
5. «¿Quieren que (la guerra en Ucrania) siga por otros cinco años? Pareciera que sí. Pocahontas dijo que sí»
La víspera de presentarse en el Capitolio, Trump ordenó suspender temporalmente toda la ayuda militar a Ucrania hasta que el gobierno de Kyiv «demuestre un compromiso de buena fe con la paz».
Era el último capítulo de una relación cada vez más deteriorada con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky.
«Estoy trabajando sin descanso para terminar con el salvaje conflicto en Ucrania. Millones de ucranianos y rusos han muerto o han resultado heridos en vano en este horrible y brutal conflicto sin un final a la vista», dijo Trump este martes ante el Congreso.
«¿Quieren que siga por otros cinco años? ¿Sí?», dijo, apuntando a los demócratas.
«Pareciera que sí. Pocahontas dijo que sí», añadió, refiriéndose a la senadora demócrata Elizabeth Warren.
Es un apodo que Trump usó para burlarse de ella por primera vez hace media década, cuando Warren se postulaba para la presidencia. La demócrata había afirmado en su momento que tenía ascendencia nativa.
El mandatario prosiguió explicando que había recibido una «importante» carta de Zelensky.
El líder ucraniano aseguró este martes que está listo para firmar un acuerdo con EE. UU. y avanzar hacia un tratado de paz con Rusia.
Zelensky señaló en un mensaje en X que su país está dispuesto a sentarse «en la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar una paz duradera». «Nadie quiere la paz más que los ucranianos», añadió.
También reconoció el «firme liderazgo» de Trump, con quien tuvo una fuerte confrontación en una reunión televisada en la Casa Blanca el pasado viernes.
6. «Gracias, Elon. Está trabajando muy duro. Y él no necesitaba esto»
El mandatario dedicó una gran parte del discurso a la economía.
«Entre mis principales prioridades está la recuperación económica y el ofrecer alivio» a las familias de clase trabajadora, aseguró.
Y antes de explicar las decisiones tomadas por su administración en esa materia, volvió a culpar al gobierno de su predecesor, Joe Biden, de haberle dejado como herencia «una catástrofe económica y una pesadilla inflacionaria».
Para hacer frente al panorama, su gobierno impulsará el sector petrolífero, dijo una vez más, y adelantó el plan de desarrollar un nuevo gasoducto en Alaska.
«Y para combatir aún más la inflación, no solo reduciremos el costo de la energía, sino que acabaremos también con el flagrante despilfarro del dinero de los contribuyentes», prosiguió.
«Con ese fin he creado el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. Está encabezada por Elon Musk, quien está en la sala esta noche. Gracias, Elon. Está trabajando muy duro. Y él no necesitaba esto».
Como cierre, el presidente advirtió que las medidas tomadas hasta el momento son solo las primeras en el camino a la «liberación de EE.UU».
«Esta será nuestra mejor era», aseguró.
«Con la ayuda de Dios durante los próximos cuatro años, vamos a llevar a esta nación a lo más alto, y vamos a forjar la civilización más libre, más avanzada, más dinámica y más dominante que jamás haya existido sobre la faz de la Tierra», exclamó.
Y tras subrayar la intención de conquistar «las vastas fronteras de la ciencia» y de plantar la bandera estadounidense en Marte, hizo un llamado a luchar «para renovar la promesa sin límites del sueño americano».
«Compatriotas, prepárense para un futuro increíble porque la edad de oro de Estados Unidos no ha hecho más que empezar».
Groenlandia no está en venta ni quiere ser parte de Estados Unidos
El presidente groenlandés, Múte B. Egede, resaltó este miércoles que este territorio autónomo de Dinamarca no está «en venta» ni quiere ser parte de Estados Unidos, horas después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, reiterase su interés por esta isla ártica.
«Groenlandia es nuestra. No queremos ser estadounidenses, tampoco daneses, somos groenlandeses. Los estadounidenses y su líder deben entenderlo. No estamos en venta y no pueden adquirirnos sin más, porque nuestro futuro lo decidimos nosotros en Groenlandia», escribió Egede en su cuenta en la red social Facebook.
Sus palabras están en la misma línea de otras declaraciones anteriores en los últimos meses, desde que Trump hizo pública su intención de hacerse con esta isla y amenazó a Dinamarca con medidas coercitivas si no accedía a sus deseos.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores danés, Lars Løkke Rasmussen, afirmó este miércoles que los groenlandeses quieren aflojar sus lazos con Dinamarca y que se está trabajando en pos de una relación más igualitaria.
«Pero no tengo idea de que quieran hacer eso para integrarse en Estados Unidos», dijo en una rueda de prensa en Helsinki.
Trump invitó el martes al pueblo de Groenlandia a unirse a Estados Unidos durante el discurso que ofreció ante la sesión conjunta del Congreso estadounidense, donde recalcó que Washington ansía incorporar la isla a su territorio por motivos de seguridad nacional y que conseguirá esa incorporación «de una forma u otra».
Rasmussen no dio importancia a esta última puntualización y dijo que la parte más importante del discurso de Trump fue cuando reconoció el derecho a la autodeterminación del pueblo groenlandés.
«Somos conscientes de que Groenlandia, Dinamarca y Estados Unidos tienen intereses comunes en lo que respecta a la seguridad en el extremo norte y el Ártico y estamos dispuestos a trabajar con nuestros amigos estadounidenses para lograrlo. Pero, por supuesto, sobre la base de que tenemos un reino de Dinamarca», recalcó Rasmussen.
Groenlandia, que celebra elecciones autonómicas el próximo martes, posee desde 2010 un nuevo Estatuto de autonomía que reconoce el derecho de autodeterminación.
Todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria apoyan la independencia, pero difieren en los ritmos y en la forma de sustentarla.
Mientras el IA de Egede y el Siumut, las dos principales fuerzas, abogan por construir primero una base económica sólida, otras como el Naleraq -tercer partido por apoyo parlamentario- defienden un proceso más rápido y la firma de un tratado de asociación con Estados Unidos, aunque tampoco dan una fecha para la independencia.
Esta isla de algo menos de 57.000 habitantes repartidos en 2,2 millones de kilómetros cuadrados (80% cubierto de hielo de forma permanente) depende en gran medida de la ayuda económica danesa -40% de sus ingresos- y tiene en la pesca (que representa 90% de sus exportaciones) su principal actividad económica.
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