Cambió de sexo y de manera inesperada se arrepintió de lo que hizo y emprendió acciones legales contra el psiquiatra que la asesoró por negligencia
A los 19 años, la joven en aquel entonces Jay Langadinos, de Australia, decidió hacer su transición de mujer en hombre en 2010.
Sin embargo, de manera inesperada se arrepintió de lo que hizo y emprendió acciones legales contra el profesional que la asesoró por negligencia.
La chica conoció al psiquiatra Patrick Toohey el 7 de mayo de 2010, antes de ello siempre se identificó como hombre, por lo que sospechó que tenía una disforia de género. Su endocrinóloga Ann Conway la canalizó con Toohey con una carta donde le explicaba que «parecía probable» que Langadinos tuviera «disforia de género»; no obstante, debía primero someterse a un examen psiquiátrico antes de tomar alguna decisión.
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Solo una revisión le bastó al especialista para confirmar el diagnóstico; sin embargo, 10 años más tarde Landadinos interpuso una demanda contra Toohey, ya que este aprobó la terapia hormonal a pesar de que ella le dijo que sufría de fobia social.
Langadinos afirma que la terapia hormonal y las cirugías le provocaron lesiones, discapacidades y complicaciones, que incluyen menopausia temprana, ansiedad y depresión, deterioro del funcionamiento sicológico y disminución de la capacidad de empleo.
Toohey supuestamente dijo que cuando atendió a Langadinos por primera vez, se dio cuenta de que ella tenía «una historia pasada de fobia social y depresión significativas que pueden haber ido más allá de la disforia de género», según su respuesta emitida por su defensa.
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