Preso uno de los asesinos de los Di Pietro

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2 de marzo, 2015 - 12:01 pm
Redacción Diario Qué Pasa

 

El expolicía municipal de Maracaibo tiene mucha de la historia «callaíta» por eso la muerte lo persigue

Fotos: Archivo

Silverio Fince Epinayú, alias «Silverio» tiene circular roja por la Interpol por el asesinato de la pareja italiana ocurrido el 17 de mayo de 2012, luego que fueran interceptados al salir del expendio de licores Maxi Norcenter de la avenida Fuerzas Armadas. 11 horas después fueron encontrados sus cadáveres en Caimare Chico. Aún se desconoce quién ordenó sus muertes

Quedan varias interrogantes sueltas en el caso del asesinato de los esposos Salvatore y Teresa Di Pietro que conmocionó a la opinión pública zuliana. ¿Quién es el autor intelectual de este crimen ya que el fiscal solo habla de coautores? ¿A quién le podía convenir la desaparición física de esta pareja? ¿Quién pagó los 200 mil Bs. para presentar a Enedixo como el único responsable del asesinato y no a Silverio González e Iván Montiel? ¿Quién pagó el millón de bolívares fuertes para que liberaran a la banda que fue capturada por el CICPC en la casa de Silverio González? ¿Quién ofreció los 100 mil Bs. por la cabeza de Enedixo y quien y cuánto están pagado ahora por matarlo en la cárcel en Coro?

Todas estas preguntas podrían ser respondidas dentro de poco tiempo, ya que el pasado 19 de febrero investigadores del Gaula de la Policía Nacional Guajira, en Colombia, lograron la captura, en el municipio de Uribia, de Silverio Fince Epinayú, conocido con el alias de «Silverio», quien tiene circular roja de la Interpol por el secuestro de la pareja italiana en el municipio Guajira del estado Zulia.

Según las investigaciones del Gaula de la Policía Nacional, alias «Silverio» participó en el secuestro de Salvatore Di Pietro, de 52 años, y de Teresa del Savio Di Pietro, de 55 años, en el secuestro de la pareja, que comenzó en Maracaibo y concluyó con la aparición de los cadáveres de la pareja en Caimare Chico hechos registrados el año 2012. «Silverio» tenía el beneficio de casa por cárcel, en un proceso que se le seguía en Colombia y, según las autoridades, se encontraba delinquiendo en la actualidad con el Clan Úsuga.

Una «joyita»

La Policía Nacional de La Guajira indicó que a Fince Epinayú, también conocido como «Silverio», se le sindica de los delitos de secuestro extorsivo, extorsión, concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. «Venía delinquiendo en la Alta Guajira y hacía parte del Clan Úsuga. Era el encargado de recibir la droga que llegaba del interior del país para luego sacarla al exterior. Esta persona, en años anteriores, hacía parte de la banda criminal de «Marquitos» Figueroa y el extraditable «Boni Cohe»; también hacía parte del ala militar de esa organización y extorsionaba a personas en la Alta Guajira. Había sido detenido anteriormente por el secuestro de una persona en la Alta Guajira, y gozaba de unamedida sustitutiva de la privación de libertad, reveló el coronel Alejandro Calderón Celis, comandante Policía Guajira, de Colombia.

Como se recordará el 17 de junio de 2014 «Silverio» fue capturado por el Ejército colombiano en la ciudad de Riohacha. «El Patrón», como también se le conoce a ese sujeto, lideraba la banda de sicarios que perpetró el doble asesinato junto a Iván Montiel, quien se encuentra evadido de la justicia.

Por ahora «Silverio» fue trasladado a Santa Marta y en próximos días será deportado a Venezuela, donde se espera sea juzgado por el  asesinato de los Di Pietro.

Los hechos

Salvatore Di Pietro y su esposa, Teresa del Savio de Di Pietro fueron secuestrados el 17 de mayo de 2012 cuando abandonaban el expendio de licores Maxi Norcenter de la avenida Fuerzas Armadas, de Maracaibo y de la que eran propietarios. De allí fueron trasladados a Isla Dorada donde los mencionados ciudadanos dejaron a la pareja, la cual era esperada por Alexánder Ramón Villalobos y Joel Estebes Finol Castillo. Desde allí, estos partieron vía marítima hasta Castilletes con la pareja Di Pietro. En algún momento fueron montados en una pequeña embarcación. Solo 11 horas después sus cuerpos aparecieron en la arena de la orilla, boca arriba y con las manos extendidas en la playa de Caimare Chico: Los esposos Di Pietro no murieron por inmersión pues de haber sido así, habrían flotado los cuerpos, días después, producto de los gases que se producen por la descomposición orgánica. Sin embargo, y pese a que la barcaza se localizó en un lamentable estado, los cuerpos policiales no encontraron ningún otro cadáver lo cual hace suponer que los autores del secuestro-asesinato, desaparecieron de la escena del crimen dando por terminado el encargo que habían recibido de quien o quienes pudieran estar implicados en tan sonado caso criminal y que se beneficiasen de él. Sorprende a la policía que los dos únicos fallecidos fueran el matrimonio Di Pietro.

El otro culpable

Enedixo Urdaneta mantiene las imputaciones de secuestro, doble asesinato y evasión del retén El Marite, capturado también en Colombia y extraditado a Venezuela, fue reingresado a El Marite y posteriormente trasladado a Coro, supuestamente manipulada su reubicación en Falcón, para poderlo matar e impedir que declare, tal como ya lo indico el interesado a las autoridades, pidiendo los beneficios procesales que tal proceder conllevan. Él, Urdaneta, conocedor del negocio Maxi Norcenter, aparentemente es el cooperador del secuestro —prestó su camioneta y realizó, al menos una llamada telefónica a otras personas— y del asesinato de los Di Pietro, pues lo que hacía era «cantar la zona».

Victimario olvidado

Joel Estebes Finol, presunto coautor en la comisión del mencionado delito, habría sido el encargado de trasladar a los hoy occisos en la lancha, junto a Alexánder Villalobos. Cabe destacar que ambos se encuentran evadidos de la justicia.

Vicios del expediente

El expediente que recolecta todas las pruebas y declaraciones de los testigos que tuvieron contacto con las víctimas, tiene en sí mismo una gran cantidad de vicios originados en la fiscalía, a cargo del abogado Chourio, que instruyó el expediente, eso sumado a las contradicciones que pueden observarse al estudiarse con detenimiento el mismo.

Conozcamos cómo se desarrollaron los hechos, destacando que el día 17 de mayo del año 2012, los esposos Di Pietro se encontraban en las instalaciones de su licorería Maxi Norcenter, ubicada exactamente en la avenida Fuerzas Armadas y en el expediente se señala, en el Capítulo III, de la relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible —que se le atribuye a los imputados—, que las víctimas salieron de su local a las 10:00 de la noche en su camioneta hacia su residencia.

Esta versión presenta una gran cantidad de variantes que coinciden relativamente en algunos puntos, salvo en el narrado por el hijo de las víctimas, Giuseppe Antonio Di Pietro. La noche de los acontecimientos, la santamaría del local fue bajada a las 9:00 de la noche y un grupo de personas se quedaron dentro del mismo, pues se estuvo celebrando el cumpleaños de uno de los empleados del referido local a quien apodaban «El Morocho», cuentan ellos mismos a través de sus declaraciones, que estuvieron ingiriendo licor y compartiendo hasta las 10:30 de la noche aproximadamente, momento en que se termina la reunión y salen todos del local, cada quien por su rumbo.

Curiosamente, la mayoría de las declaraciones dicen que el vehículo Aveo, donde se trasladaba Giuseppe Antonio Di Pietro salió en caravana con la camioneta Kía de su padre, es decir, el Aveo delante y la camioneta detrás del Aveo.

El hijo de los Di Pietro realizó dos declaraciones, totalmente distintas, a los cuerpos de investigación, en la primera de fecha, 18-5-12, identificado como Giuseppe Antonio Di Pietro Del Savio, declara una versión de los hechos diciendo que ese día la licorería de sus padres cerró a las 9:30 de la noche luego de celebrar el cumpleaños de «El Morocho», y que aproximadamente a la hora antes mencionada decidieron cerrar, a lo que él afirma: «Yo salí primero que ellos y ellos se fueron detrás de mí».

En otra versión que despierta gran duda, de fecha 23-5-12 —5 días después— identificado por el fiscal solo cómo Antonio declara: «Llegué a las 8:30 de la noche, ayudé a hacer el cierre de la caja, se cerró la santamaría a las 9:00 de la noche, permanecimos 15 minutos y nos fuimos de acá. Yo en un carro y mis padres en la camioneta Kía, yo salí primero porque sentía un poco de malestar, por eso decidí irme primero, llegué a la casa y me quedé esperándolos para poder ir al baño».

Esta versión contradice completamente lo que dicen las declaraciones del resto de los testigos, que al igual que él se encontraban en la licorería, festejando el cumpleaños del empleado, ingiriendo licor y que se retiraron del sitio aproximadamente a las 10:30 de la noche, posterior a la culminación de la tertulia.

Asumiendo que los hechos ocurrieron tal y como narran los presentes en la reunión, se piensa que la licorería se cerró a las 10:30 de la noche, que todos salieron del local y que cada uno se embarcó en sus vehículos —tomando cada quien su rumbo—, y que la caravana hijo/padre salió del estacionamiento del depósito rumbo a su residencia, que a la altura de la panadería City Pan fueron interceptados por la camioneta Terios, de Enedixo Urdaneta.

Cabe destacar que el trayecto, tomando en cuenta a la hora en la que se desarrollaron los hechos y usando una velocidad constante de 60 km/h, pasando el reductor de velocidad frente al hospital militar —que obliga a los vehículos a casi detener la marcha—-, el tiempo en desplazarse desde la salida de la licorería hasta el lugar de los hechos, justo en el semáforo del Adolfo Pons, es de aproximadamente 50 segundos.

Otra contradicción de gran interés, es la llamada telefónica que una mujer hace a la casa de los esposos Di Pietro, ella llama al teléfono CANTV para avisar que la camioneta había sido abandonada en Isla Dorada, en una de las declaraciones Giuseppe dice que la voz femenina le dio la dirección y él llegó al sitio con los datos aportados. En la otra versión dice que no llegó y tuvo que esperar que la señora lo llamara para poder llegar.

En las declaraciones de la señora, se lee claramente que fue el mismo Giuseppe Di Pietro quien la llamó a ella para que le explicara cómo llegar. ¿Acaso nadie ha visto la contradicción?

¿No es misterioso que se alterara la escena del crimen trasladando el vehículo a otro sitio?  Es bien sabido, que al ocurrir un caso como este, los elementos no pueden alterarse ni modificarse en la condición de dónde y cómo fueron  encontrados. Eso cualquiera lo sabe ¿Acaso no han visto películas o sería esa la causa?

Sospechas de Odalis Caldera

Tanto a los investigadores, como a la propia comisaria Odalis Caldera, en aquellas fechas secretaria de Orden Público y Seguridad del estado Zulia y experta en investigación criminal, sospecharon  que el crimen de los Di Pietro no tenía las características propias de un secuestro. Argumentó su desconfianza «por cómo ocurrieron los hechos. Presumíamos desde un primer momento —afirmó Caldera— que no es un secuestro. Es una situación atípica para diagnosticarla así; no existe ese caso donde tirotean un carro en el que van unas víctimas que tú quieres llevarte como rehenes para luego cobrar un rescate».

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Silverio Fince Epinayú «Silverio» cayó preso por segunda vez en Colombia porque no respetó el beneficio que le habían otorgado las autoridades cuando fue apresado en posesión de una pistola y gran cantidad de dinero en efectivo

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En la foto Teresa Del Savio.

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