Foto: Twitter
El carro del médico apareció en la vía a Los Bucares. Se desconoce si alguien que le envió un mensaje para citarlo sería el culpable.
Mara — Presintió que algo le podía pasar y le hizo «capture» a un mensaje de texto que le llegó a su celular, donde lo citaban a las 7:00 de la noche del sábado en la entrada de Los Bucares. La imagen capturada se la pasó a un amigo y nadie más supo de su paradero.
La familia Arteaga Lubo pasó toda la noche con el «alma en un hilo», la mayoría de sus integrantes intuían que algo malo estaba pasando. Los padres de la familia no pudieron conciliar el sueño en toda la noche, cuñados, primos, hermanas y sobrinas, salieron a recorrer las calles de la ciudad, pero todo fue en vano.
No había ni un rastro de su paradero. Pasadas las 12:00 de la noche del sábado recibieron la llamada donde indicaban que habían hallado su carro, un Mazda de color gris. El automotor estaba estacionado en la avenida principal de Los Bucares, parroquia Francisco Eugenio Bustamanete, se habían llevado el reproductor y el caucho de repuesto, todo lo demás lo dejaron intacto. Sin embargo, nadie sabía de su paradero, así pasaron toda la noche.
Al amanecer de este domingo la familia se dirigió a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) Zulia a colocar la denuncia de su desaparición sin esperar que recibirían la peor de las noticias.
El cuerpo de Kanaan de la Cruz Arteaga Lubo (42) lo hallaron sin vida en la Playa Militar, ubicada en el municipio Mara. Un tiro en la sien acabó con la existencia de quien en vida se desempeñaba como médico cirujano con una especialización en epidemiología, además de ser el director del ambulatorio urbano III de La Victoria, en Maracaibo y trabajador del Sistema Regional de Salud.
La noticia corrió como pólvora. A las afueras de la morgue de la Universidad del Zulia (LUZ) se aglomeraron familiares, amigos, médicos y enfermeras que desesperadamente se negaban a creen la peor de las noticias.
Fue a una cita
En la sede del CICPC-Zulia, Jhoan Contreras, primo de Arteaga Lubo, relató que la última vez que vio al hombre fue el sábado cuando este lo buscó y lo llevó a realizar varias diligencias.
«A nosotros nos avisaron donde estaba el carro y lo fuimos a buscar, pero los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) lo trasladaron hasta el estacionamiento de la Policía de San Francisco», dijo.
«No entendemos qué pudo haber pasado, lo único que sabemos es que Kanaan tenía dos o tres meses conociendo a una persona, desconocemos si esto tiene relación. Presumimos que la cita era para disfrutar un rato en alguna piscina, nada está claro», explicó el hombre, quien además dijo que Arteaga Lubo tenía más de 15 años laborando en el área médica del estado Zulia.
Sin problemas ni deudas, con muchos amigos, muchas personas que lo querían y alguien familiar, lleno del mejor de los cariños, así describieron al galeno.
Indignados por el suceso el personal del ambulatorio La Victoria exigieron justicia para que las autoridades policiales puedan hallar a todos los implicados en este vil asesinato que suma uno más a la larga lista de venezolanos que le han quitado la vida a manos de delincuentes.
Gremio consternado
Por su parte, el Gremio de médicos revolucionarios y socialistas del estado Zulia manifestaron la conmoción por el asesinato del doctor Kanaan Arteaga. «Le pedimos a las autoridades el esclarecimiento de este crimen y que sean condenados a la pena máxima».
Arteaga residía junto a sus padres en el barrio Rey de Reyes, ubicado en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante. Sus restos serán velados en una funeraria de Maracaibo. El CICPC no descarta ningún móvil, aunque presumen que sea pasional.
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