Jindo — El último balance oficial del naufragio del ferri Sewol en Corea del Sur, señalaba este martes más de 120 muertos, pero casi 200 personas son aún dadas como desaparecidas a pesar de los operativos para recuperar los cadáveres que se realizan desde hace casi una semana.
El mar en calma y mejores condiciones meteorológicas permiten acelerar la búsqueda, pero la visibilidad en el agua es muy escasa. Los buzos trabajan casi a ciegas en los laberintos de pasillos y camarotes del ferri por completo sumergido.
«La tarea se vuelve muy difícil para los buceadores que buscan los cadáveres a tientas en el agua fangosa», declaró un portavoz del servicio de guardacostas en una declaración a la prensa.
Los primeros días, los allegados de los desaparecidos, devorados por la angustia y el dolor, se manifestaban frustrados por la lentitud de las tareas de búsqueda y rescate, puesto que los submarinistas no podían introducirse en el barco hundido a causa de las violentas corrientes.
Si se confirma la cifra, el naufragio del Sewol se convertiría en uno de los accidentes más mortíferos de Corea del Sur.
Entre las grandes tragedias que han vivido se encuentra el naufragio de un ferri en 1993, y el derrumbe del techo de unas grandes tiendas en Seúl, en 1995.
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