Efectivos del CICPC, se encuentran en el lugar para proceder al levantamiento del cuerpo de la joven violada y estrangulada
Fotos: Madelein Faría
San Francisco – Los sueños de una adolescente perteneciente a la religión cristiana, de quien hasta los momentos se conoce que se llamaba Cristina, de 16 años aproximadamente, cabello enrollado y piel morena, fueron truncados por un desalmado, quien sació sus bajos instintos la madrugada de hoy, y sin piedad alguna la violó para luego acabar con su vida estrangulándola.
El hecho ocurrió en una vivienda, ubicada en el barrio Villa Caujaro, parroquia José Domingo Rus, municipio San Francisco, la cual el presunto violador tenía alquilada desde hacía tres meses. Allí, el presunto aberrado, quien también asistía a una iglesia cristiana junto a su núcleo familiar, vivía con su esposa y sus dos niños.
Aparentemente el abusador aprovechó que estaba solo, debido a que sus familiares se habían marchado para la ciudad de Guanare y planificó la entrada de la joven hacía la vivienda que guarda los últimos minutos de dolor y angustia que vivió la muchacha.
La novedad fue notificada por el mismo hombre señalado como responsable del crimen, a quien funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) identificaron como Andrés Eloy Coronel, quien quiso armar un drama, pero su coartada se le cayó.
El sindicado, quien labora en una gasolinera, informó en un primer interrogatorio a los detectives, que al llegar de su jornada laboral se consiguió con el cadáver de la joven dentro del inmueble. Los uniformados no conformes con la versión lo detuvieron y lo trasladaron a la sede de la policía científica, donde en un segundo interrogatorio, según indicó una fuente del CICPC, no soportó el remordimiento de conciencia y presuntamente confesó su crimen.
El señalado aparentemente confesó que la noche del martes citó a la joven a su casa. La muchacha según la versión del capturado accedió a la petición, luego de haber vendido la chicha y las masas de maíz que distribuía para ayudar a sus parientes. Vecinos de la barriada certificaron haber visto a la adolescente vendiendo sus productos entre la urbanización El Caujaro y la barriada donde vivía y halló la muerte.
Según las declaraciones la joven y el sindicado tuvieron relaciones sexuales durante la noche. En la madrugada aparentemente surgió una discusión entre ambos, donde la muchacha amenazó al aberrado de denunciarlo. Las amenazas habrían enfurecido al desalmado hombre que tiró la biblia a un lado y sin remordimiento alguno estranguló a la joven con una correa, según lo narrado por el mismo sindicado en la sede del CICPC-Maracaibo, donde permanece detenido.
La desaparición de la joven mantenía angustiada a su madre. El no llegar a dormir en su casa no era nada común. La noticia de la muerte estremeció a su progenitora, quien se enteró de la tragedia minutos después de que los uniformados de la policía científica trasladaran a la joven a la morgue de LUZ.
Se conoció que Cristina pertenecía a la religión cristiana y la última vez que fue vista por sus vecinos llevaba puesto jeans, medias y camisa corta, trascendió que se ganaba la vida vendiendo conservas y chicha. La familia manifestó no tener recursos para darle cristiana sepultura.
Hasta los momentos el sindicado permanece detenido en el CICPC. Hay conmoción en la barriada por la muerte de la joven, quien cursaba cuarto año de bachillerato en la Escuela Bolivariana Prof. Jesús Ramón Contreras Gelves. Era la quinta de ocho hermanos.
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