Casi todos los equipos han superado ya las cuarenta y cinco jornadas y con ello el último tercio del calendario comenzó a desplegarse, para algunos con mayor comodidad que para otros, aunque estos últimos representan un gran porcentaje de la muestra.
Lo ajustado del campeonato, en términos de duración, siempre pone en aprietos a más de uno en las semanas finales, y el cierre de la temporada 2018-2019 no será la excepción. Con una diferencia de apenas dos juegos entre el sexto lugar, que asegura el pase a los playoffs, y el octavo la distancia luce transitable, pero un buen recorrido podría estacionar de terceros a los últimos.
En Valencia y Barquisimeto hay un ligero aire de tranquilidad, pero la carretera no está libre de imperfecciones y en los últimos trayectos de Cardenales y Magallanes se han presentado dificultades que, en menor o mayor medida, pueden restar serenidad a la llegada, que luce ahora mismo “tan cerca y tan lejos”.
De los ocho equipos en competencia, solo Águilas del Zulia no ha podido colocar en al menos veinte su dígito de triunfos. Sin embargo con solo cinco juegos por debajo de quinientos, y con 22 por disputar nadie puede asegurar que terminarán allí o cuántos juegos más deberán ganar el puntero para recibir el pase a la fiesta de enero.
El tráfico en la parte media de la tabla es tan confuso como atractivo. Hay dos romances, uno en el tercer lugar (Leones y Tigres) y otro en el cuarto (Bravos-Tiburones), que podrían cambiar de concubinos sin siquiera pelease entre ellos.
El toma y dame toma vistosidad. Hora de abrir las apuestas, o las cotufas. No hay más opciones para ver LVBP en diciembre.
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