Familiares del sujeto acribillado en El Milagro

«Raynier no tenía ningún parentesco con «El Mocho Edwin», era honrado»

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20 de marzo, 2017 - 2:09 pm
Redacción Sucesos / [email protected]

En compañía de su asesor legal, la madre, la esposa y la cuñada de Raynier Romero Piña, asesinado el 10 de marzo, desmintieron ante QUÉ PASA los señalamientos que lo vinculan con «El Mocho Edwin»

Foto: Cortesía

Maracaibo — «Era buen padre, buen amigo, buen hijo, buen esposo y muy querido por la comunidad». Así describieron los deudos, Raynier Rafael Romero Piña (37), la integridad del mismo.

A la sede de este rotativo acudieron Hilda Piña, Maricarmen Sirado y Lineth Sosa, madre, esposa y cuñada de Romero, respectivamente, a fin de desmentir el nexo delincuencial que se le inculcó al hoy occiso, con el líder negativo y expran de la extinta cárcel de Sabaneta  «El Mocho Edwin» y quien actualmente se encuentra recluido en la cárcel de Tocorón.

Derecho a réplica

Las damas, quienes acudieron a QUÉ PASA en compañía de su asesor legal, aseguraron que pese a que Raynier creció en el mismo sector que «El Mocho» y que convivió con él parte de su infancia, dado que son contemporáneos, «él no es ningún sicario ni mandó a matar a nadie de «El Chamut», nosotros ni siquiera sabemos quién es ese», sentenció su progenitora.

Esta afirmación viene dada como réplica al titular publicado por este rotativo el pasado 13 de marzo en la edición número 2.235 que citó «Acribillado en El Milagro, era la mano derecha de «El Mocho Edwin», en cuyo texto se afirmó que según un parte policial Raynier Romero habría sido en vida un apoyo del mencionado pran para delinquir en Maracaibo y que presuntamente estuvo implicado en el asesinato de Dany Ronald Montiel Fuenmayor (37), alias «El Sapo», quien en vida fuera yerno de Helí Fernández Chamut, alias «El Chamut», uno de los sujetos más buscados por las autoridades nacionales, hecho ocurrido la tarde del viernes 10 de marzo en la Autopista Regional del Centro, Caracas.

El hecho según las replicantes

Piña, Sirado y Sosa relataron la manera en la que el día 10 de marzo fue acribillado brutalmente delante de sus ojos, Romero Piña.

Las mujeres dijeron que se encontraban reunidas, «como de costumbre», en la venta de pescado y huevas Mirador de Ángel Mora junto con el hoy occiso y los dos hijos menores de él y Sirado, (entre ellos un niño especial), cuando de un momento a otro un par de hombres, con cascos, los interceptaron a bordo de una moto con el motor apagado.

De acuerdo a las testigos, los «gatilleros» se bajaron del vehículo e hicieron a un lado a los presentes y sin mediar palabra dispararon contra la humanidad de Romero Piña, dejándolo sin vida en el sitio.

Sin embargo ellas con la ilusión de salvarlo y creyendo que aún su corazón palpitaba, lo trasladaron al Hospital Coromoto de Maracaibo, pero ya no tenía signos vitales.

«Era taxista y delegado de obras»

Sosa, cuñada de la víctima, aseguró que más allá de ser un delincuente, Raynier «se ganaba la vida honradamente, trabajando como taxista en un carro propio para la línea de taxis Capris y también como delegado de obras».

Aseveraron que eran esos los empleos que le proveían ingresos económicos para mantener a su familia y no «los asesinatos por encargo y cobro de vacuna» como se manifestó en la referida publicación.

Las damas acudieron a este medio con la finalidad de limpiar la imagen de su deudo y de proteger su integridad física y moral.

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